
El Go Beach, comprado por Ignacio Furest
Ignacio Furest, dueño de Redfish y del Input, se queda Go Beach Barcelona
El empresario barcelonés se hace con el antiguamente llamado Cafè del Mar Port Fòrum, un 'beach club' de 4.000 metros cuadrados y cuatro alturas
Contenidos relacionados: Las tiendas Furest mantienen ventas y triplican beneficios
Ignacio Furest, dueño del restaurante Red Fish y de la discoteca Input, se queda el codiciado Go Beach Barcelona, uno de los mayores clubs de la Ciudad Condal con más de 4.000 metros cuadrados y cuatro alturas.
Este beach club nació como Cafè del Mar Port Fòrum en 2017, pero duró apenas una temporada y cerró. En 2018, reabrió como CDM Barcelona y volvió a fracasar. Un año más tarde, volvió a la carga con el nombre Go Beach!, que mantiene a día de hoy, de la mano de los empresarios Manuel Uceda, Andreu Garrigó, Mercè Bosch y Manel Besolí.
Una concesión endiablada dificulta la transacción
Por el camino, han querido comprarlo los más importantes players del ocio nocturno barcelonés, como los hermanos Bordas del Grupo Costa Este; José Viguin, gerente de Shôko; o ActivumSG, los dueños del flamante hotel SLS de Sant Adrià.
Pero las operaciones no salieron por la endiablada concesión del Ayuntamiento de Sant Adrià de Besòs, término municipal donde se ubica el espacio.

Piscina del Go Beach de Sant Adrià (Barcelona)
El local ocupa la antigua capitanía del puerto deportivo de Sant Adrià en virtud de una cesión, que permitió su renovación integral en 2017 por cuatro millones, y que ahora se renueva año a año. Técnicamente, sólo tiene concesión de "bar musical", por lo que no tolera ocio nocturno y está limitado a organizar tardeos.
Ignacio Furest, que conocía la sala porque organizó allí hace lustros el festival de música electrónica OFFSónar, se ha llevado el proyecto al zurrón. El precio de la transacción no ha trascendido.
¿Qué es el Go Beach?
En este privilegiado enclave de la playa barcelonesa se sirven cóctels con música en directo por la mañana, mientras que a partir de las 17:30 horas renace como Pool Party, con shows en directo, alcohol y música, con vistas privilegiadas sobre el atardecer en el mediterráneo.
El espacio dispone de salas privadas para empresas, un restaurante y un rooftop desde el que otear toda la bahía del Maresme y el puerto del Fòrum.
Los precios no son aptos para todos los bolsillos: en la carta figuran botellas de vodka de más de 2.000 euros o varias opciones de champagne que escalan las cuatro cifras. Hay otras opciones de menor fastuosidad: un perrito caliente y una cerveza, que cuestan 18 euros en total.
Operación del año en el ocio barcelonés
Es la gran operación del año en el sector del ocio barcelonés, sólo por detrás de la venta de Luz de Gas, que compraron los dueños de Nördic y una heredera del Majestic en febrero, tal y como avanzó este medio.
Cristian Gallardo y Joan Sànchez, acompañados de la pareja de éste, Irina Soldevila, una de las herederas de Majestic Hotel Group, adquirieron la doble sala de público maduro abierta hace exactamente 30 años: en 1995. Lo hicieron tras la operación del mítico director Fede Sardà.

Luz de Gas y los logos de Nördic y el Hotel Majestic
El Fòrum y el Besòs, revitalizados
La inversión de Furest entronca con la idea de que el Port Fòrum debe renovarse. Esta es la última inversión para lavarle la cara a la antaño marina maldita del norte de Barcelona.
A la apuesta del dueño de Input hay que sumarle el nuevo hotel SLS de Sant Adrià, en primera línea de mar y uno de los más lujosos del sur de Europa; o el restaurante de brunch dedicado a Rosalía que se ubica justo al lado del club.
Estas inversiones son importantes porque darán servicio a las más importantes que se acometerán en la frontera norte: el Catalunya Media City en las Tres Chimeneas del Besòs o el nuevo campus industrial de Inditex en una parcela industrial colindante.