Las aglomeraciones turísticas de Barcelona, a debate: entre el "no existe" alternativa y el modelo equilibrado y cualitativo

La gestión del turismo es uno de los muchos retos de las grandes ciudades del mundo. También de Barcelona. Las aglomeraciones de visitantes y las intenciones de los viajeros son un quebradero de cabeza para vecinos y Administración. En este contexto se celebra estos días en la capital catalana el Tourism & Economy Summit, un espacio de debate acerca del camino que hay que seguir.

Para el conseller de Empresa y Trabajo de la Generalitat, Miquel Sàmper, hoy "no existe" una alternativa convincente a las riadas de gente que abarrotan la ciudad. Pero tiene claro que la turismofobia no es la solución. De hecho, ha pedido cierta apertura de miras y propuestas a quienes están en contra de los viajeros.

Sàmper: "Turismo del siglo XXI"

En su intervención, ha expresado que a todo el mundo le gustaría decir que su economía se basa principalmente en la tecnología o en sectores de alto valor añadido, pero ha asegurado que no se puede prescindir del turismo, un sector que movió 20.000 millones en 2024 en Cataluña.

De este modo, ha defendido que se debe encontrar un "equilibrio" entre lo que necesita el sector y lo que quiere la sociedad, un "turismo del siglo XXI", sostenible, en el que los turistas tienen derechos y obligaciones.

Turistas en el Park Güell de Barcelona EUROPA PRESS

Las tres miradas de Moret

De equilibrio también ha hablado la presidenta de la Diputación de Barcelona, Lluïsa Moret, para quien esta actividad "tiene que generar ese espacio de relación simétrica entre los que vienen y los que están". "En ningún caso debe convertirse en un problema", ha dicho.

Para Moret, hay que abordar el turismo "no solo desde aspectos económicos, ya que es un fenómeno social", sino también con medidas que traten de conjugarlo con la convivencia y la preservación del entorno. Y atenderlo desde "tres miradas: integral, integrada e integradora".

Collboni: Barcelona "está funcionando"

Por su parte, el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha defendido el nuevo modelo turístico que, asegura, se está aplicando en la capital catalana y ha afirmado que las medidas llevadas a cabo por el gobierno municipal "están funcionando".

Unas medidas que pasan por subir el nivel cualitativo de la oferta turística, amplificando la oferta para procurar atraer al turista cultural, que ha afirmado que es el tipo de visitante más deseado para la ciudad. Y por convertir Barcelona en la "número uno" en la acogida de visitantes de congresos.

Finalmente, ha reivindicado las decisiones regulatorias que se han tomado para dirigir al sector "hacia donde quiere ir la ciudad de Barcelona", entre las que ha destacado la extinción de las licencias turísticas en 2028 y la subida de la tasa turística.

Jaume Collboni, alcalde de Barcelona

Sánchez: "Sostenible e inclusivo"

Por otro lado, la presidenta de Paradores, Raquel Sánchez, ha argumentado que "el éxito del turismo" no puede convertirse "en un desafío para los que habitan" las ciudades, por lo que hay que hacer que el sector sea "más sostenible, inclusivo y alineado con las exigencias del siglo XXI".

En este sentido, ha destacado que el sector emplea a más de 2,9 millones de personas y representa el 12,9% de la aportación al producto interior bruto (PIB).

Hereu: "Empatía y humildad"

Para terminar, el ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, ha valorado que la sensibilidad de ciudades como Barcelona ante el turismo es "la típica" que experimenta un destino que es líder, como lo es Cataluña y el conjunto de España.

"Yo soy un apasionado defensor del turismo porque sé de sus virtudes", ha señalado Hereu, al tiempo que ha defendido que se debe poner este fenómeno al servicio de la ciudadanía. A su juicio, se debe trabajar para la sostenibilidad social, ambiental, económica del modelo y ejercer un liderazgo "desde la empatía y desde la humildad".