
El presidente de BBVA, Carlos Torres, durante la presentación de resultados del banco / EP
Carlos Torres insiste en considerar atractiva la OPA al Sabadell pese a que el mercado le desmiente
El presidente de BBVA dedica a la operación apenas una quinta parte de su discurso en la junta y se defiende de las críticas de la entidad catalana: las sinergias están a salvo y la diversificación es una fortaleza
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La OPA hostil sobre Banco Sabadell no ha acaparado el protagonismo esperado en la junta de accionistas de BBVA. Su presidente, Carlos Torres, ha optado por evitar compartir con los socios de la entidad estimaciones de fechas o cifras concretas en torno a las sinergias o el impacto en el capital de la operación. En lugar de esto, se ha agarrado a la fórmula que el banco oferente ha utilizado desde su primera propuesta: "la oferta es extraordinariamente atractiva".
Sin embargo, han pasado cerca de once meses desde aquel momento. Y las circunstancias han sufrido algunos cambios. Desde hace algunas semanas, los inversores han evidenciado su desacuerdo con el ejecutivo al apostar por el banco opado a precios superiores al equivalente a la contraprestación que incluye la oferta.
La relevancia de la maniobra, que se trate de la primera OPA hostil del sector financiero español en décadas y la operación de la que todo el mercado está pendiente no ha sido suficiente para que Torres le concediera algo más que una quinta parte de su discurso.
En el turno de intervenciones, el presidente de BBVA ha echado mano de construcciones ya hechas como lo "extraordinario" de la OPA y la escasa relevancia de la variable fusión a la hora de calcular las sinergias que surjan de la operación.
Tono crítico de los accionistas
Con tono críticos, algunos accionistas han solicitado algo más de información de la OPA. Un extremo que Torres ha aprovechado para sacudirse algunas de las críticas de Banco Sabadell a la oferta.
Torres se ha referido al controvertido asunto de las sinergias, en función de si la OPA culmina o no en fusión, y ha asegurado que las diferencias son mínimas dado que en su mayor parte están relacionadas con los ahorros a la hora de la abordar la necesaria inversión en tecnología.

El presidente del BBVA, Carlos Torres, durante la junta extraordinaria de accionistas / EP
También se ha sacudido los comentarios negativos en torno a la notable exposición a mercados emergentes, en especial México y Turquía. "La diversificación geográfica es una fortaleza del grupo, nos ayuda a tener un crecimiento más equilibrado que el de nuestros competidores", ha señalado.
Más en concreto, ha puesto en valor que la filial mexicana sea la primera entidad financiera del país azteca. Y también ha ratificado el carácter estratégico de Turquía para el grupo.
Frente a los calendarios alternativos que BBVA ha ofrecido sobre la operación, Torres no se ha atrevido esta vez a apostar por una fecha más concreta y se ha limitado a señalar su deseo de que pueda culminar "lo más rápidamente posible. En estos momentos, el asunto está en manos de los reguladores".
Esperaban algo más los accionistas, a la vista del quórum logrado por la junta, que superó el 72% de las acciones, entre presentes y representados. Supone la cifra más alta en más de una década. Incluso, algo superior a la registrada en la junta extraordinaria de julio, cuando el consejo buscó la aprobación a la ampliación de capital destinada a atender el canje de títulos con los accionistas del Sabadell que decidan aceptar la oferta.
Momento crítico europeo
En su discurso inicial, Torres ha pasado de considerar la OPA como una cuestión de Estado a ir más allá y darle una dimensión continental. Así, ha defendido la fusión con Banco Sabadell que plantea en el contexto del momento crucial que vive actualmente Europa.
El ejecutivo ha recordado que, dada la complejidad del entorno geopolítico, tanto España como el Viejo Continente precisan de entidades con una escala suficiente para afrontar los desafíos. Torres ha situado la operación en un momento en el que Europa se encuentra "en un punto de inflexión que definirá su papel en el mundo en las próximas décadas".
"Sólo con bancos sólidos y competitivos, la región podrá impulsar su transformación y consolidar su liderazgo en el mundo", ha apuntado como argumento para defender que la fusión cobra aun más sentido.
En el breve espacio de tiempo que Torres ha concedido a la operación, ha recordado que Europa precisa de una inversión anual de 800.000 millones de euros, al margen del reciente planteamiento de reforzar la apuesta por Defensa.
"Para ello España y Europa necesitan entidades financieras con la escala y fortaleza adecuadas. Los accionistas de BBVA y Banco Sabadell serán propietarios de un banco más grande y mejor preparado para el futuro".