
El presidente del BBVA, Carlos Torres, en la junta extraordinaria del banco / EP
BBVA celebra su junta con la vista en si recogerá el guante de Oliu y mejorará la OPA al Sabadell
La asamblea de la entidad con sede en Bilbao ratificará a la cúpula directiva, y espera una reacción ante la ofensiva del banco catalán contra la fusión propuesta
Más información: Oliu reclama más a BBVA en la OPA: "Haría falta una propuesta de valor muy diferente"
Como si de una serie televisiva de éxito se tratara, la junta de accionistas de BBVA sucede este viernes sin solución de continuidad a la de Banco Sabadell, la entidad que pretende absorber tras lanzar una OPA hostil el pasado mayo.
La expectativa se centra en la respuesta que la cúpula directiva de la entidad con sede en Bilbao pueda dar a la ofensiva emprendida contra la operación por parte del banco opado. Pero también en comprobar si, de alguna manera, decide recoger el guante dejado por el presidente del Sabadell, Josep Oliu, acerca de una considerable mejora de la oferta.
En las últimas horas, Banco Sabadell ha planteado una defensa a ultranza de su histórico modelo de apoyo a empresas, tanto de gran tamaño como pymes. En el marco de su primera asamblea en el feudo que le vio nacer y le dio nombre tras siete años en Alicante, ha sido la mejor estrategia que ha encontrado la entidad catalana para defenderse de la oferta hostil de BBVA.
Una fórmula aderezada con resultados históricos, una revalorización en bolsa sin parangón en el sector financiero de toda Europa y una ambiciosa política de dividendos que está dispuesto a convertir en sostenible.
Oliu avisa: "Tendría que mejorar mucho la propuesta"
Ingredientes suficientes para que, arropado por un nutrido grupo de accionistas que le tributaron una sonora y larga ovación, Oliu deslizara una conclusión con visos de mensaje a BBVA: “Tendría que mejorar mucho la propuesta de valor” para que la decisión del consejo fuera distinta de aquella que rechazó frontalmente el primer acercamiento, de carácter amistoso, del banco que preside Carlos Torres.
No parece sencillo que la respuesta vaya a ser diferente de la que la entidad oferente ha hecho en repetidas ocasiones: no hay margen de mejora para la OPA; la contraprestación es invariable.
Los últimos mensajes de BBVA han versado sobre posibles calendarios para el desarrollo del proceso de OPA y la posterior fusión. También nuevas estimaciones sobre el impacto de la operación en el capital o los posibles efectos de que, finalmente, no se lleve a cabo la fusión.
En cualquier caso, la estrategia de la entidad no parece ir dirigida a responder a las críticas vertidas desde Banco Sabadell a la operación.
La junta accionistas y el encuentro previo con los medios han puesto sobre la mesa un amplio despliegue de mensajes por parte de la entidad catalana, dirigidos incluso al Gobierno y a los organismos reguladores, en el caso de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El presidente y el consejero delegado de BBVA, Carlos Torres y Onur Genç / EP
El turno llega ahora para BBVA. Y también para comprobar si tampoco responderá en este caso a la oleada de mensajes llegados desde Sabadell, el día en que el municipio barcelonés volvió a recibir a la entidad a la que vio nacer hace 144 años.
La cita cuenta además con la particularidad de que entre los puntos del orden del día a debatir y votar se encuentran las reelecciones como miembros del consejo de los dos máximos ejecutivos del banco: el presidente Torres y el consejero delegado, Onur Genç.
Torres siempre ha desligado este trámite de la circunstancia de la OPA. E incluso de su resultado, toda vez que ya ha manifestado que su idea es proseguir al frente de la entidad aún en el caso de que la segunda tentativa para tomar el control de su competidor también finalice sin éxito.
Los focos, hacia la CNMC
Tras las respectivas juntas de accionistas, el mercado aguarda con cierta expectación la resolución de la CNMC; no obstante, las informaciones que se han ido publicando en los últimos días apuntan que el regulador no impondrá severas condiciones a la operación.
Hasta tal punto que incluso el propio Banco Sabadell ya descuenta un escenario en el que el proceso entra en Fase 3 y, por lo tanto, corresponde al Gobierno tomar partido. De ahí que la entidad catalana haya insistido en que el Ejecutivo debería dejar clara su posición, con vistas a que los accionistas cuenten con toda la información para decidir si acudir a la OPA o rechazarla.