
Entrada al pasaje Permanyer desde Pau Claris, con el número 2 de la vía a la izquierda de la imagen
El palacete 'maldito' del Eixample encuentra comprador tras años en el mercado
Tras muchos años en el mercado, un inversor ha pagado las arras para adquirir y reformar el número 2 del pasaje Permanyer, el elegante pasadizo que conecta Pau Claris con Roger de Llúria
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El pasaje Permanyer es uno de los más elegantes del Eixample de Barcelona. Un conjunto de casitas con jardín de estilo londinense que guardan historias y secretos de otros tiempos. Desde hace años, se le buscaba una nueva vida a su palacete ubicado en el número 2, uno de los pocos inmuebles del lugar que está vacío. Hasta ahora, que ya ha encontrado un comprador.
Este pasaje que cruza Roger de Llúria y Pau Claris fue proyectado en 1864 por el alcalde Jeroni Granell i Barrera, quien quiso construir una travesía empedrada de casas bajas con jardín. Entre sus viviendas se han escrito algunas de las páginas doradas de la historia de Barcelona. Por ejemplo, en el número 14 vivió el poeta Apel·les Mestres, quien se encerró durante 14 años en la casa mientras hablaba con sus plantas, aquejado de agorafobia.
Hoy, el elegante pasaje --el más antiguo de Barcelona-- es refugio de empresas y cuidados despachos, con algún que otro ilustre vecino. Excepto en el número 2, una de las más hermosas casitas del lugar, que hace esquina en Pau Claris.
Este palacete romántico, con referencias arabizantes, está vacío desde antes de la pandemia, y ha pasado por manos de diversas inmobiliarias. La última, Valords, le ha encontrado comprador. Crónica Global ha podido saber que un inversor ya ha pagado las arras del inmueble.

Conjunto de casas del pasaje Permanyer
Hasta ahora estaba a la venta por unos 2 millones de euros, si bien necesita una reforma integral para convertirla en residencia o en sede corporativa. Con 480 metros cuadrados de superficie y catalogado como bien de interés local, el apartamento consta de tres plantas y dos entradas, un jardín delantero de 71 metros cuadrados y un patio inglés con luz natural.
"Es un producto bueno, en una de las mejores zonas de Barcelona, pero necesita una gran reforma, que lleva tiempo y dinero", explica una fuente del sector del lujo a este medio. "En Barcelona, operaciones residenciales de más de 2 millones de euros hay máximo una decena al año. Eso explica su demora en venderse", detallan las mismas voces.
Reforma necesaria
La casa cambió de manos por última vez en 2019, cuando un comprador la adquirió para reformarla e instalar en ella oficinas. Pero se desmotivó y la puso a la venta.
En este tiempo, ha tenido ofertas. Por ejemplo, la de un despacho de arquitectos colombiano que ocupa el edificio de al lado. Pero la venta no ha salido adelante.
Los vecinos del pasaje detallan a este medio que la reforma podría escalar hasta el millón de euros. El jardín hay que rehabilitarlo entero, y también hay que cambiar casi todas las paredes del interior, que acumulan humedad y restos de inundaciones.

Ticket de entrada al club Trebol, en el 2 del pasaje Permanyer
Antes de ser una casa, fue uno de los cabarets más míticos de la Barcelona de los años 30 y 40. Allí se ubicó el Club El Trébol, donde se podía bailar, cantar o tomar algún aperitivo, y por sus tablones pasaron renombrados artistas de la España de posguerra, como Antonio Machín o Bonet de San Pedro.
El Trébol desapareció en 1947, y algunas leyendas aseguran que en su interior se asesinó a una mujer.