
Tomás Dagá, consejero de Grífols durante más de dos décadas / CG
Dagá reordena su entramado societario y pasa al segundo plano mientras se resuelve su situación en Grífols
El histórico consejero de la farmacéutica repatría una instrumental de Países Bajos, como hicieron en su día diferentes ramas de la familia fundadora, y deja su tutela en manos de socios del despacho Osborne Clarke
Contenido relacionado: Los fondos 'rebeldes' de Grífols basan su desconfianza en las finanzas, más allá del consejero Dagá
Noticias relacionadas
Las próximas serán semanas decisivas para el futuro de Grífols, y también para la continuidad de su histórico consejero Tomás Dagá. Señalado como unas de las claves de la crisis de Gotham, el más longevo de los miembros del órgano de gobierno de la farmacéutica ha ejecutado una reestructuración en parte de su entramado societario particular.
Entre los cambios se incluyen la repatriación de una mercantil desde Países Bajos y su relevo, al menos temporal, de la primera línea de las sociedades que ha administrado hasta ahora.
A finales del pasado año, Dagá formalizó el traslado a España de la instrumental Alkmaar Waarden Holding BV, hasta entonces domiciliada en Países Bajos. Fundada en los primeros años de este siglo, la sociedad forma parte del entramado particular del hombre de confianza de la familia Grífols.
De hecho, su referencia ya aparece en el proceso de salida a bolsa del productor de hemoderivados, en el año 2006. Alkmaar Waarden Holding BV figura como uno de los accionistas de Grífols afectados por el compromiso de lock-up, que le impedía colocar acciones de la empresa en los 12 meses siguientes al inicio de cotización.
En el folleto de salida a bolsa, Dagá también figuraba ya como miembro del consejo de administración de la farmacéutica y como uno de los socios de Scranton Enterprises BV. También radicado en territorio neerlandés, el vehículo ya era por entonces uno de los principales accionistas de Grífols.

Thomas Glanzmann, consejero delegado de Grifols, durante una junta de accionistas
Tras registrar en Barcelona Alkmaar Waarden Holding, S.L. para articular el traslado de domicilio, Dagá procedió en los últimos días de 2024 a fusionar la nueva entidad con otra de sus sociedades, Naprex Inversiones, a través de un proceso de absorción. Hasta entonces, Alkmaar Waarden Holding BV actuaba como socio único de Naprex Inversiones.
Pero además, Dagá ha dejado de aparecer como administrador único en estas sociedades con el fin de pasar a un discreto segundo plano. Este papel ha pasado a manos de Jordi Fábregas, que fue uno de los socios fundadores del despacho Osborne Clarke en España, junto al propio Dagá.
Punto de mira de Gotham
Como apoderados de la resultante de la fusión también figuran otros socios del bufete, que ha actuado como asesor de Grífols en las operaciones más importantes del productor de hemoderivados.
Este hecho, junto a las operaciones de compra-venta de activo entre Grífols y el accionista Scranton Entreprises, forman parte del informe que Gotham City publicó a comienzos de enero de 2024 y que motivó el desplome bursátil de la compañía y la correspondiente crisis.
El documento ponía en cuestión diversos aspectos contables del balance de Grífols, apuntaba a una supuesta sobrevaloración en el mercado y señalaba numerosas deficiencias en materia de gobernanza.
En otro informe publicado algo más de dos meses después, Gotham señaló explícitamente al consejero Tomás Dagá como paradigma del escenario de conflicto de interés en el que se movía la farmacéutica.

Junta de accionistas de Grifols el 14 de junio en Sant Cugat del Vallès, Barcelona
En los últimos meses, un grupo de fondos activistas han solicitado formalmente la salida de Dagá del consejo de administración. El vocal figura desde hace años bajo la categoría de "otro externo" al haber excedido hace tiempo el periodo de doce años fijado como límite por el código de buen gobierno para ser considerado "independiente".
Los fondos aglutinaron su participación agregada, en torno al 8%, para acceder al órgano de gobierno de Grífols. Desde el consejo han promovido de nuevo el cese de Dagá, quien sostiene que ha presentado su renuncia en varias ocasiones, con el consiguiente rechazo por el principal órgano ejecutivo.
A la espera del desenlace y con la reunión con inversores prevista para finales de febrero en el horizonte, Dagá ha optado por seguir la línea de diferentes ramas de la familia fundadora, que también articulaban sus respectivas participaciones en la empresa con esquemas similares, a través de mercantiles registradas en Países Bajos. La excepción fue Deria, controlada por los Grífols Roura, liderados por el entonces presidente ejecutivo, Víctor Grífols.
En los últimos años las otras ramas familiares han procedido a trasladar a Barcelona las instrumentales neerlandesas con las que mantenían sus respectivas participaciones.
De Países Bajos a Barcelona
Así, los Grífols Gras, herederos de Josep Antoni Grífols Lucas (hermano del líder de la segunda generación, Víctor Grífols Lucas), registraron en España a mediados de la pasada década la mercantil Ponder Trade. A finales de 2021, esta S.L. se fusionó con la que hasta entonces había sido su socio único, Thorthol Holdings BV, con sede en Países Bajos.
Unos meses después fue el turno de Enrique Grífols Roura. A comienzos de 2022 creó Ralledor Holding Spain para articular el traslado de la neerlandesa Rodellar Amsterdam Holding BV, con la que hasta esa fecha había gestionado su participación de algo más de un 6% en la compañía cotizada.
Paradójicamente, como administrador único de Ralledor figura también Jordi Fábregas. Hasta el punto de figurar en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), unido a la participación de la instrumental.