El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu (izq..), junto al consejero delegado, César González-Bueno / EP

El presidente de Banco Sabadell, Josep Oliu (izq..), junto al consejero delegado, César González-Bueno / EP

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El Sabadell da el primer golpe de efecto serio en la OPA con el súbito regreso a Cataluña

La medida llega en un momento determinante de la operación, cuando la entidad opada ha superado en bolsa la contraprestación de la oferta y en vísperas de anunciar cifras históricas de beneficios y dividendos

Más información: La OPA al Sabadell entra en una nueva dimensión: el mercado ya paga lo mismo que BBVA

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Banco Sabadell se ha encargado de escenificar lo que el mercado adelanta desde hace varios días: la OPA hostil de BBVA entra en su fase decisiva. Llega la hora de los golpes de efecto, y el primero ha corrido a cargo de la entidad opada, con la decisión del inminente retorno de su sede social a Cataluña.

Una decisión que no ha sorprendido tanto por el fondo, sino por el momento de adoptarla. De ahí que resulte imposible desligarla del contexto extraordinario en el que se encuentra el banco que preside Josep Oliu

La OPA ha adquirido temperatura en bolsa a ritmo acelerado prácticamente desde que comenzó el año. En poco más de diez sesiones, las acciones de Banco Sabadell se han disparado cerca de un 14%. Algo que ha servido para que su cotización superara la contraprestación incluida por BBVA en su oferta. 

El momento en el que la bolsa ha empezado a pagar más por el Sabadell que el banco que lidera Carlos Torres ha sido el elegido para adelantar una decisión que en los círculos empresariales no se descartaba, pero se esperaba para más adelante.

Carlos Torres, presidente ejecutivo de BBVA / BBVA

Carlos Torres, presidente ejecutivo de BBVA / BBVA

Un primer movimiento estratégico de calado por parte del Sabadell, para defenderse de las intenciones por parte de su competidor de llevar a cabo una fusión que ha rechazado desde un primer momento. Y que, además, antecede al disparo de otra de las balas guardadas en la recámara del banco catalán.

Se trata, en este caso, del anuncio de los resultados correspondientes a 2024. Además de unos beneficios que apuntan a cifras históricamente elevadas, Banco Sabadell dará una estimación ya muy aproximada del exceso de capital que repartirá entre sus accionistas en forma de dividendos.

Un recurso que ya empleó en los primeros días del pasado mayo, cuando su consejo de administración se reunió para rechazar la propuesta de fusión, por entonces amistosa, trasladada desde el órgano de gobierno de BBVA.

Por entonces, la estimación para los siguientes 18 meses alcanzó los 2.400 millones de euros. Con toda seguridad, guarismos que se quedarán muy por debajo de los que anunciará oficialmente el Sabadell dentro de unos días. 

Ya después del verano, la cifra fue revisada al alza a 2.900 millones. A finales del pasado octubre, el consejero delegado del banco, César González-Bueno, optó por dejar para la cita de los resultados anuales la estimación de dividendos. "Preferimos afinar más el cálculo, ya con nuestros presupuestos elaborados", argumentó por entonces.

El balance y las magnitudes serán los argumentos económicos para convencer a los accionistas y al mercado de que la mejor opción para el futuro de Banco Sabadell es proseguir su camino en solitario.

Mover ficha

Para reforzarlos, la entidad también ha impulsado los factores políticos. Su regreso a Cataluña supone consolidar el apoyo de los grupos de interés a la estrategia de mantener la independencia y rechazar la OPA hostil de BBVA.

Además, fuerza al oferente a mover ficha y redoblar sus esfuerzos en el territorio para ganarse el favor de los numerosos pequeños accionistas que el Sabadell posee en la autonomía. Un considerable porcentaje son autónomos o pequeños empresarios, a los que una eventual fusión inquieta, especialmente, por el efecto en la reducción de la oferta de servicios financieros que tendría.

La presidenta de la CNMC, Cani Fernández / EFE

La presidenta de la CNMC, Cani Fernández / EFE

Cabe recordar que, desde el punto de vista burocrático, la operación está en este momento pendiente de la evaluación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Tras determinar el traslado del caso a la Fase 2, el regulador estudia en la actualidad tanto las alegaciones de las entidades implicadas como los informes que solicitó a las comunidades autónomas más afectadas por la posible fusión. 

Entre ellas destaca Cataluña, donde ambos bancos cuentan con una destacada implantación. En el caso del Sabadell, por su origen y raigambre en el territorio; en el de BBVA, por la absorción de algunas de las cajas catalanas en la pasada crisis financiera, especialmente de Catalunya Caixa. 

Un contexto que el Sabadell ha considerado propicio para atrincherarse en Cataluña e impulsar la fase decisiva de su defensa ante la ofensiva de BBVA. Un más que sonado primer capítulo de la nueva dimensión en la que ha entrado la OPA. Y que, a buen seguro, no será el último.