Imagen de archivo de la plantilla de Holaluz

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El veto al teletrabajo envenena el inicio de la huelga en Holaluz

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A Holaluz se le acumulan los problemas. Tras una infructuosa reunión con sindicatos y Generalitat, en la que la comercializadora energética se ha negado a negociar, los trabajadores han confirmado que este martes irán a la huelga

El desencadenante del parón ha sido la eliminación del teletrabajo. Tras cinco años de empleo en sus casas, parte de los empleados se ha mudado a zonas rurales o alejadas de Cataluña, y ahora ni quieren ni pueden volver a Barcelona.

Baile de cifras

Ante las quejas de los empleados, la firma ha invitado a los trabajadores que no estén conformes con el cambio a hacer las maletas e irse. Por ello, desde el comité de empresa denuncian que la medida es un "ERE encubierto".

Las previsiones de los sindicatos apuntan a que cerca del 70% de los trabajadores del grupo se sumarán al parón. Mientras, la empresa comunica a Crónica Global que están "muy tranquilos" y confían en que la reivindicación no contará con gran seguimiento.

El "pasotismo" de Holaluz sorprende a la Generalitat

En esta última reunión, los abogados de Holaluz se han mostrado "inflexibles y sin voluntad de llegar a ningún pacto", denuncian desde el sindicato CGT a este medio.

Las mismas voces apuntan que el "pasotismo" de la empresa ha sorprendido incluso al Centro de Mediación, Arbitraje y Conciliación de la Generalitat, que se ha mostrado desconcertado de que ningún directivo de Holaluz haya acudido al cónclave. En su lugar, han mandado a abogados y miembros de Recursos Humanos.

Holaluz contextualiza su giro en la política de presencialidad en la búsqueda de "cohesión de grupo", pese a que el 98% de los trabajadores han votado en contra del cambio.

Puntualizan que es una medida "que están llevando a cabo entidades de gran calado", como Amazon o la propia Generalitat de Cataluña.

Carlota Pi, cofundadora y presidenta ejecutiva de HolaLuz

Carlota Pi, cofundadora y presidenta ejecutiva de HolaLuz Cedida

Pero no son los únicos agravios que ha sufrido la plantilla. Además del teletrabajo, también se han suprimido otros derechos, como los cursos de idiomas o el seguro médico.

También denuncian que los sueldos están "congelados" desde hace años, a lo que hay que sumarle constantes despidos y rotación en los equipos, que impiden "la estabilidad laboral".

En 2023, la empresa ya presentó un agresivo ERE que segó la carrera laboral de 200 trabajadores. Pero los problemas que entonces provocaron el recorte se han encarnado y ahora Holaluz no sólo se enfrenta a prestamistas y fondos, sino que inicia una nueva pugna con sus propios empleados.

Los fondos aprietan

Este embrollo llega tras la entrada en el accionariado del desconocido fondo con sede en Barcelona Icosium Investment. La gestora inyectó 22 millones de euros y se hizo con tres sillas del consejo en noviembre.

Es el último desesperado intento de la empresa de salvarse de la quiebra: la compañía acumula grandes deudas con entidades bancarias y en los últimos tres años ha pasado de una capitalización bursátil de 257 millones a una de apenas 26.

Las cuentas están en rojo

Según las últimas cifras disponibles, la empresa contaba en octubre de 2024 con 167.880 clientes, frente a los 273.920 que registraba a comienzos de 2023.

También se han desplomado sus ingresos: en el tercer trimestre de 2024, el último del que hay cifras, apenas facturó 2,6 millones de euros, menos de la mitad que el año anterior.

El mercado, que no perdona, también les ha cobrado su factura. Si en enero de 2023 su cotización en el BME Growth fluctuaba por encima de los 6,8 euros, hoy esa cifra se ha hundido hasta apenas 1 euro y 20 céntimos.