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Wakeful, la contratista estrella de decenas de ayuntamientos en materia de seguridad, cada día está más arrinconada. Barcelona de Serveis Municipals (B:SM) no le ha renovado el contrato en el Palau Sant Jordi, tras los numerosos escándalos que han salpicado a la compañía. 

La firma veló por la seguridad del recinto de Montjuïc desde 2021 hasta 2024, pero el pasado verano se la desposeyó de uno de sus más jugosos contratos y el nuevo pliego fue entregado a Barna Porters.

Apartada del nuevo pliego

El nuevo contrato, que vela por el control de acceso y los servicios auxiliares del Anillo Olímpico (donde se ubica el Palau Sant Jordi), iba a dar a Wakeful más de tres millones de euros. Pero se la apartó de la licitación por deficiencias en su propuesta económica.

Además, el jurado de B:SM sólo otorgó al informe técnico de Wakeful 38 puntos de 75 posibles, mientras que su rival cosechó 74. 

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