Publicada

Marejada en el Puerto de Barcelona por el correo electrónico de presentación del nuevo presidente. José Alberto Carbonell ha prendido un incendio al agradecer su nombramiento al president de la Generalitat, Salvador Illa, y a la consellera de Territorio, Sílvia Paneque, y luego borrar sus nombres. El gazapo ha empañado el perfil independiente del alto cargo, que es lo que quiere subrayar. 

Lo detallan fuentes internas cercanas al consejo de administración, después de que Carbonell y su equipo se equivocaran al enviar un mail erróneo a toda la comunidad portuaria, primero, y luego, un segundo correo correcto con una disculpa ocho minutos después. 

Según estas fuentes, la pequeña pifia no es inocente: tiene importancia política

"Borró los nombres de Illa y Paneque"

Al parecer, el equipo del nuevo presidente envió a toda la comunidad portuaria un primer mensaje corporativo "agradeciendo" su nombramiento al president Illa y a la consejera Paneque

Pero lejos de ser un borrador, como se dijo en un primer momento, el primer mail era correcto. Pero tenía contenido equivocado, pues el equipo de Carbonell valoró que citar al presidente y a una consellera "le significaba demasiado políticamente". 

El perfil independiente, en peligro

En efecto, el fallo no fue inocuo. El equipo del nuevo presidente del Puerto valoró que el correo de agradecimiento -ya enviado- a toda la comunidad portuaria ponía en riego el perfil independiente del alto cargo. Máxime cuando sus precedesores, de Lluís Salvadó a Sixte Cambra, han estado muy vinculados a partidos políticos. 

Lluís Salvadó, expresidente de la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB) Cedida

En el Puerto de Barcelona trabajan 40.000 personas, y hay más de 200.000 trabajadores indirectos. Por ello, en el segundo mail se optó por un agradecimiento a la Generalitat, "que incluye al Govern y a sus consellers", una figura del lenguaje más neutra. 

La responsable: Ingrid Boqué, un 'superfichaje"

Las mismas fuentes detallan que la patosa secuencia se atribuye a Ingrid Boqué, la nueva directora de Relaciones Institucionales de la Autoridad Portuaria de Barcelona. Una directiva que llegó a la Ciudad Condal "con bombo y platillo" procedente del Puerto de Hamburgo (Alemania). Se la presentó el pasado 16 de octubre. 

Boqué ocupa "un cargo de nueva creación" que antes no existía. Su primer gran lance ha sido el asunto del correo electrónico. Y el segundo, la limpieza del mismo. "Los dos mails se han borrado del servidor" por orden de la directora de RRII, insisten los interlocutores bien posicionados. 

La subdirección de Explotación, nueva cantera

En cualquier caso, el traspié del nuevo presidente no le amargará su tenencia. Desde la ciudad portuaria se subraya que tanto Carbonell como Álex García, nuevo director general, son perfiles alejados de la política y conocedores del ente público. 

Ambos proceden de la dirección de Explotación del Puerto, una posición clave que se ha revelado como la cantera de la nueva etapa de la Autoridad Portuaria, cuando apuesta por tender a la neutralidad. Negro sobre blanco: mejor venir de un cargo interno con contenido que de un partido político. 

El último 'favor' de Salvadó: alejar al Ejército

En este sentido, cabe recordar el último favor que le hizo el expresidente del Puerto, Lluís Salvadó, al anterior Govern y a la causa independentista, en la que militaba con carnet de ERC: alejar al Ejército de las instalaciones. Salvadó boicoteó la llegada del portaaeronaves Juan Carlos I al muelle adosado cuando atracó en Barcelona con ocasión de la Copa América de vela, como avanzó este medio en exclusiva

Su equipo "volvió loco" a la Inspección General del Ejército de Tierra con la ubicación de la nave hasta el último momento, detallaron fuentes conocedoras de las negociaciones. Finalmente, prevaleció el criterio político y el presidente afín a ERC envió el activo a cuatro kilómetros del centro de la capital catalana.

Pese a ese desaire, visitaron la nave unas 11.000 personas en un solo día. Y también acudió el president Illa con el rey Felipe VI.  

Salud de hierro, pero golpe reputacional

Ese partidismo es, precisamente, lo que Carbonell está llamado a evitar. Y el lío de los mails de presentación ha abollado la estrategia de gestión neutra.

En cualquier caso, el nuevo presidente y el director general llegan a la Autoridad Portuaria de Barcelona (APB) cuando ésta goza una salud de hierro. Ajena a las guerras en Ucrania y Oriente Medio, el conglomerado facturó 189 millones de euros en 2023, un 4% más en relación al año anterior, que ya fue récord. El resultado se contrajo a 22 millones, un 6% menos. 

Eso sí, en los últimos días, el organismo público ha sufrido un golpe reputacional al trascender que la Copa América de vela no repetirá en Barcelona, como se estaba negociando. Quedan las inversiones de más de 100 millones que se aceleraron para abrigar a la competición global de regatas, aunque se tendrá que examinar su viabilidad. Porque alguna, como el nuevo Maremágnum y su mercado gastronómico, o la lanzadera marítima a la Nova Bocana, han pinchado y quedado muy por debajo de expectativas. 

Este artículo se ha elaborado sin la versión oficial del Puerto, que no ha contestado a este medio.