Batir, abrir y servir. La nueva idea de Javier de las Muelas en Dry Martini es un preparado de cócteles ready to drink; para vender en bares, hoteles y restaurantes que no dispongan de un barman. De momento, 300 locales de España ya sirven sus preparados.
"El resultado es exquisito y permite un ahorro mayúsculo a los restauradores", explica De las Muelas a Crónica Global. El empresario vende 80 preparados en sobres de plástico, que siguen sus recetas originales. Sólo hace falta, en ocasiones, un poco de hielo.
'Ready to drink'
De las Muelas detectó hace años una dificultad a la hora de encontrar camareros en el sector. De ahí surgieron algunos preparados que servían en sus restaurantes; y que ahora han convertido en una nueva línea de negocio bajo el nombre de Speakeasy.
El empresario ya vende Sex on the Beach, Negroni o San Francisco. También, por supuesto, Dry Martini. Ahora, se atreverá con uno preparado con galleta lotus y otro con turrón por Navidad. Y también uno con caviar. El producto es natural y orgánico, tanto los destilados como las frutas. De momento, se distribuye en el canal Horeca de toda España, sin intención de venderlo aún en supermercados.
El imperio de De las Muelas
El imperio gastronómico de De las Muelas abarca locales en Barcelona, Madrid, San Sebastián, Querétaro, Múnich, Hangzhou, Sorrento y Tenerife, entre otros, con un portfolio de decenas de locales en medio mundo.
De las Muelas debutó en la restauración barcelonesa en el Cocktail Bar Gimlet en el barrio de Sant Gervasi, inaugurado en 1979, hasta convertirlo en uno de los clásicos de la vida nocturna de la ciudad.
Ginebra, martini y tres olivas: el camino al World's 50 Best Bars
Pero el pelotazo lo pegó en Dry Martini, donde se convirtió en leyenda. Lo compró en 1996, adquirido de su maestro Pedro Carbonell; y llevó a la coctelería a lo más alto del World's 50 Best Bars durante siete años consecutivos.
Posteriormente, creó Speakeasy, un restaurante homenaje a los bares clandestinos de la Ley Seca y escondido en lo que fue el almacén del Dry Martini Bar; y abrió los bares de tapas Casa Fernández y Montesquiu. Tras ello, llegaron Madrid, San Sebastián, Palma de Mallorca... Y las aventuras en el extranjero, con ubicaciones en Nápoles, Berlín, Praga o Tailandia.