Las obras por el tramo central de las líneas L9 y L10 del Metro de Barcelona suman un nuevo retraso. Si bien ya se habían eternizado más de una década por falta de presupuesto hasta su reanudación en verano de 2022, la Generalitat suma el enésimo retraso del proyecto; este dilatará los plazos dos años más.

Prevista para 2028 tras varias demoras, los trenes tendrán ahora que esperar hasta 2030 para cruzar ambas líneas de punta a punta, según han explicado fuentes del Departamento de Territorio este viernes. El retraso se ha conocido coincidiendo con la visita este viernes de la consellera en funciones de la Generalitat, Ester Capella, a las obras del pozo de Mandri.

Problemas con la tuneladora

Este retraso se ha dado por los imprevistos que ha tenido la tuneladora que está perforando el túnel y que acaba de llegar a Mandri, un año más tarde de lo que se había anunciado.

El túnel de la L9 / CARLOS VILÉS - TRENESMANÍA

La rueda de corte de la tuneladora se rompió, por lo que será necesario cambiarla y realizar un nuevo mantenimiento a la tuneladora, que ya ha estado parada varios meses por su desgaste. Ahora, volverá a detenerse hasta finales de verano de 2026.

Para solventar este nuevo imprevisto, se necesitan 12 meses para la construcción de la nueva rueda y dos más para montarla.

Sobrecoste de 12 millones de euros

Capella ha explicado que el reinicio de las obras ha tenido "dificultades, con paradas no previstas y mantenimientos extraordinarios".

La consellera de Territorio en funciones, Ester Capella David Zorrakino / Europa Press

Este retraso afecta a los 1,6 kilómetros que aún faltan por perforar en la zona sur de la L9 entre Mandri y Lesseps. No obstante, las mismas fuentes han explicado que el cambio de la rueda de corte permitirá afrontar con garantías el fin de las obras de perforación.

Todo ello habrá supuesto un sobrecoste de 12 millones de euros.

La nueva fecha

Una vez retomada la perforación, se necesitará un año para alcanzar la futura estación de Lesseps; si todo va bien, esto se producirá en verano de 2026.

En paralelo, la Generalitat prevé poner en funcionamiento cuatro estaciones de la zona norte de la L9 y L10 en 2027, que no se ven afectadas por los problemas de las tuneladoras. Se trata de las estaciones de Sagrera-TAV, Sagrera, Plaça de Maragall y Guinardó-Hospital de Sant Pau, cuya construcción va sobre los plazos previstos.

Línea L9 del Metro de Barcelona / EP

También está previsto que en 2025 se empiece a trabajar en las futuras estaciones de Campus Nord y Manuel Girona, apenas empezadas, así como Guinardó, donde se empezará a construir la estructura interior.

Así las cosas, las nuevas previsiones son que en 2030 los trenes puedan viajar de punta a punta de las líneas, aunque alguna estación puede no estar terminada. Serán las más largas del metro de la capital catalana, con una longitud de 48 kilómetros y 50 paradas.