El aeropuerto de Lleida-Alguaire cerró el mes de mayo con 4.200 operaciones, superando así el anterior récord, que databa de marzo del 2021. Pese a estos datos, el equipamiento nunca ha terminado de consolidarse como un espacio de referencia para la aviación comercial. Durante la temporada de verano, las principales rutas son las que conectan la capital del Segrià con las islas Baleares y en invierno, el turismo de esquí es el que mantiene viva la instalación. Por esta razón, desde hace seis años, la Generalitat impulsa la transición hacia un aeropuerto industrial.

Sin aparcar los vuelos de las compañías aéreas, los gestores han intensificado la captación de negocio relacionado con la formación aeronáutica, drones, servicios logísticos y energía verde, entre otros ámbitos. Un ejemplo es la llegada, en el año 2018, de la escuela lituana BAA Training.

Nueva residencia para los futuros pilotos

El centro de formación de pilotos moviliza a unos 400 alumnos. “Tenemos tanta demanda que ya hemos iniciado el procedimiento para levantar una residencia, en la misma zona del aeropuerto, para 150 alumnos”. Según un estudio de Aeroports de Catalunya, empresa pública que gestiona la instalación de Lleida y la de Andorra-Seu d’Urgell, cada uno de estos estudiantes deja un gasto de 20.575 euros. El aeropuerto también es un escenario de pruebas para motores cohete y empresas de mantenimiento de aeronaves. 

Gracias al buen comportamiento y como inversión complementaria a la actividad de Alguaire, BAA ha invertido más de 80 millones en un centro de simuladores de vuelos en las cercanías de la estación de Renfe en Gavà. En clave de tránsito de mercancías, la Generalitat no sitúa este segmento como una línea de negocio predominante. “No se puede descartar nada, pero una actividad de estas características va ligada a un centro logístico de una gran empresa”, afirma el presidente de Aeroports de Catalunya, Daniel Albalate. 

Convivencia con el aeropuerto de Teruel

Respecto de la competencia con el aeropuerto de Teruel, la Generalitat no muestra síntomas de preocupación. “La competencia nos hace mejores y no hay mucha oferta de aeropuertos industriales, así que tenemos suficiente mercado para todos”, expresa Albalate. Actualmente, la instalación del sur de Aragón es el mayor aparcamiento de vuelos en Europa. De hecho, desde Aeroports y la Generalitat ya se ha empezado la tramitación de un nuevo plan urbanístico en Lleida para dar cabida a la creciente demanda de empresas que han expresado su interés por crear actividad industrial y tecnológica. 

Por su parte, otro de los aeropuertos que opera bajo el paraguas de la Generalitat es el de Andorra-La Seu d’Urgell. Hasta junio, la instalación ha registrado 2.936 operaciones y 8.828 pasajeros, una cifra última que representa un incremento de un 82% en comparación con el anterior balance. Baleares y Madrid son las conexiones predominantes. Más allá del Prat, el aeropuerto del Pirineo tiene la segunda terminal corporativa de Catalunya. Un servicio utilizado, mayoritariamente, por algunos de los pilotos españoles de MotoGP que residen en Andorra.

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