Barcelona ha cerrado el primer semestre del año con 967 millones de euros en inversión inmobiliaria, según un informe publicado por CBRE. La cifra representa una caída de un 16% en comparación con el mismo período del 2023. De cara a la segunda mitad del año, la firma prevé superar los 2.000 millones.

“Hemos detectado un buen comportamiento en los activos alternativos”, afirma el responsable de la oficina de la firma inmobiliaria en Barcelona, Xavier Güell. Añade que el sector del healthcare, con 109 millones de euros, “es una área con un gran potencial de desarrollo”.

Por actividades, el mundo del living se ha posicionado como el principal activo inversor en el primer semestre, con un 30% del total de las operaciones, equivalente a 292 millones de euros. A este ámbito le siguen los hoteles, con una cuota del 29% y un volumen de 285 millones de euros de enero a junio.

La mejora del sector de las oficinas

Las operaciones de oficinas se consolidan como el tercer sector que más inversión ha concentrado en el primer semestre, con 174 millones de euros, un 20% menos que el mismo periodo de 2023. “En la mayoría de las tipologías de activos ya se ha recorrido hasta el 90% del ajuste”, apunta la responsable del centro de estudios de CBRE, Marta Tarrío. En este sentido, la ejecutiva cree que “la enorme polarización de los distintos tipos de activos está provocando un incremento de las rentas y ocupaciones en los edificios de más calidad".

A finales de mayo, el Instituto Nacional de Estadística (INE) dio a conocer que la compraventa de viviendas en Cataluña descendió un 24,5%, en comparación con el mes de mayo del año anterior, con 6.798 operaciones. De estas actuaciones, 6.398 corresponden a vivienda libre y el resto a inmuebles de protección oficial. En total, Cataluña transmitió 18.978 fincas urbanas a través de 11.745 compraventas, 3.591 herencias, 246 donaciones, 19 permutas y 3.377 operaciones de otro tipo.

Las entidades financieras redujeron moderadamente su oferta de crédito a los hogares, al tiempo que endurecieron las condiciones, mientras que la mantuvieron estable en el caso de las empresas durante el segundo trimestre de 2024. Así lo refleja la última encuesta realizada por el Banco de España que, además, constata una visión divergente sobre la evolución de la economía entre la banca y los usuarios.

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