La historia se repite: un hackeo de la cuenta e intento de saqueo de su cuenta bancaria en PlayStation Network (PSN). Esto es lo que le ha pasado a un barcelonés, que ha alertado de que piratas del Reino Unido han conseguido vulnerar la seguridad de la plataforma de juegos de Sony Entertainment, como pasó en 2011.
Lo ha explicado él mismo, N.T., en conversación con este medio, advirtiendo de que individuos desconocidos consiguieron "irrumpir" en su cuenta la semana pasada. "Estaba en la calle y me llegó un mensaje de Sony constatando que mi cuenta había cambiado desde Reino Unido, pero yo no lo había hecho", detalla.
60 compras en dos minutos
Sin solución de continuidad, el usuario comenzó a recibir alertas de que alguien estaba haciendo compras de juegos con la tarjeta bancaria asociada a su cuenta.
"Comienzan a llegar cargos, hasta 60 en dos minutos, de juegos. Algunos de 50 o 75 euros, pero otro de 130 euros", enumera.
Sony lo resuelve "rápido"
Aterrorizado por el temor de que alguien le estuviera saqueando la cuenta, l joven contactó rápidamente con Sony Entertainment Network, matriz de PN. "Les expliqué el caso y les precisé las compras hechas el 29 de junio, recordando que yo no las había autorizado", explica.
Sony "le resolvió la incidencia en 30 minutos, fueron muy diligentes", admite. Revirtieron todas las compras, salvo dos, expulsaron al intruso de la cuenta y cambiaron las credenciales. Eso sí, el chico admite "estar muy enfadado con su banco, pues no pidió doble autorización para una cadena de 60 compras, aunque para pedir una simple cena en Glovo sí que lo exige".
El recuerdo de 2011: el 'PSN Hack'
El episodio lo ha descrito Sony como un "fraude por internet", aunque ha asegurado que la cuenta "no está en peligro". Sí admiten que "un tercero" entró en ella. No obstante, lo que no cuenta Sony es que el episodio tiene reminiscencias de 2011, cuando se vivió el llamado PSN Hack, un ataque masivo a cuentas de PlayStation Network que afectó a 77 millones de usuarios de todo el mundo.
Fue una de las mayores brechas de seguridad de la historia y, también, afectó a los datos bancarios de muchos usuarios. Algunos de ellos permanecieron más de dos meses sin poder jugar.
El ciberacto vandálico giró una factura de 171 millones de dólares para Sony, unos 160 millones de euros al cambio. Asimismo, la empresa se vio obligada a cambiar los términos y condiciones de los contratos.