La patronal catalana Foment del Treball reclama que las centrales nucleares catalanas estén operativas diez años más de lo previsto como garantía de suministro de energía eléctrica en Cataluña.



Esta es una de las 14 medidas de política energética que plantea Foment al próximo gobierno catalán, pendiente aún de constituirse al haberse celebrado las elecciones el pasado 12 de mayo.



Aunque el Govern catalán no tiene competencias para decidir sobre la fecha de cierre de las centrales catalanas, Foment expone un paquete de medidas que considera que el Ejecutivo autonómico debería hacer suyas de cara a la próxima legislatura, ya sea en el marco de sus competencias o bien reclamándolas al Estado.

Calendario de cierres previsto

Los propietarios de centrales nucleares -Endesa, en el caso de Ascó I y II, y Endesa e Iberdrola, en lo que respecta a Vandellòs II- firmaron en marzo de 2019 un protocolo para el cierre del parque nuclear español, con un calendario por el que irían cesando en su actividad entre 2027 y 2035.



Ese calendario debía comenzar con el cierre del primer grupo de Almaraz en 2027 y el segundo en 2028, y acabaría en 2035 con la clausura de las plantas de Vandellòs II y Trillo.

Casi el 60% de la energía en Cataluña es nuclear; el 15%, renovable

Foment defiende la extensión de la operativa de las nucleares en toda España, y en particular en Cataluña, porque en esta autonomía la energía producida con nucleares representó el 58% de toda la energía consumida en 2023.



"Sólo un 15% de la energía generada en Cataluña procedió de fuentes renovables, frente al 50% del Estado", argumenta Foment, que muestra su "preocupación" por la política energética que se aplica en Cataluña y por el "retraso" en la transición energética hacia fuentes renovables.

"Situación crítica"

"Cataluña está en una situación tan crítica que ello no le permitirá cumplir con los objetivos europeos", considera el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, que denuncia que el Govern se comprometió a tramitar 3.000 Mw de proyectos renovables en este mandato y solo ha alcanzado 1.692 Mw, "poco más del 50%".



"Conscientes y preocupados porque la actual política energética de Cataluña no apuesta por grandes parques fotovoltaicos o eólicos ni por la interconexión de redes y que tampoco quiere ampliar la operación a largo plazo de las centrales nucleares y de que quiere al mismo tiempo descarbonizar el sector petroquímico y la gran industria, es obligado plantearse con qué tipo que energía haría falta trabajar", considera Foment.

Demandas de la patronal

Garantizar la seguridad de suministro a la industria, potenciar los gases renovables, impulsar plantas de biometano o bien impulsar el hidrógeno verde son algunas de las reclamaciones de Foment al nuevo Govern.



Promover las redes de interconexión energética e impulsar las líneas eléctricas de Muy Alta Tensión que conecten Cataluña con otras autonomías y con Francia son otras de las demandas de la patronal.

Noticias relacionadas