El Departamento de Empresa y Trabajo de la Generalitat de Cataluña ha tumbado el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por fuerza mayor presentado por Freixenet la semana pasada y rechazado por los sindicatos. La consejería liderada por Roger Torrent considera que no se dan las circunstancias de excepcionalidad que avalarían tal medida.
En un comunicado en respuesta a esta denegación, el grupo "acepta" este revés, pero ha aseverado que está "comprometido en satisfacer la demanda de los consumidores a corto y a medio plazo". Y cambiará de estrategia: negociará con la fuerza laboral para presentar un expediente de regulación por razones económicas, técnicas, organizativas o de producción.
Ni inevitable ni imprevisible
El grupo vitícola, filial del grupo alemñan Henkell Freixenet, se apoyó en la carestía de lluvias para presentar el ERTE de fuerza mayor. Dijo, textualmente, que se había tomado esta decisión como un "ejercicio de responsabilidad" ante la escasez de agua y "la falta de materia prima derivada de la fuerte sequía que viene afectando al sector desde el 2021", argumenta la compañía.
Sin embargo, el Govern ha tumbado esta regulación de empleo pues considera que no se da ninguno de los dos elementos que justifican el ERTE por fuerza mayor: la inevitabilidad y la imprevisibilidad. El primero incluye incendios, explosiones, terremotos e inundaciones, cuestiones que anulan el centro de trabajo de manera inesperada. No es el caso. El segundo tampoco se sostiene, porque la sequía viene de lejos y es algo que se puede prever.
Fue el pasado 22 de abril cuando Freixenet solicitó el ERTE por fuerza mayor que afectaría a hasta 615 personas de Freixenet y de Segura Viudas y se activaría a partir de mayo. En un comunicado, la compañía expresó que la medida "tiene como objeto garantizar la operatividad del negocio y preservar la empleabilidad para poder hacer frente a causas externas y de fuerza mayor provocadas por la grave sequía".
Récord de ingresos
Un día después, el vicepresidente de Freixenet, Pedro Ferrer, manifestó la esperanza de que esta medida fuese reversible o, de lo contrario, lo más corta posible. "No hay vino no para embotellar y entonces tenemos que ajustar la actividad", justificó.
Al margen del ERTE quedarían los trabajadores del área comercial y, en función del área de actividad, la intención era que su afectación oscilara entre el 20% y el 50%. Pero no prosperará. Se da la circunstancia de que Freixenet acaba de presentar récord de ingresos: 1.230 millones de euros en 2023.