Barcelona fue la primera capital española que consiguió posicionarse como destino para impulsar una startup. Su perfil internacional atrae inversión, talento e ideas y esta ventaja la ha llevado a ser considerada una de las mejores ciudades de Europa para el emprendimiento. Pero nada dura para siempre y, aunque la capital catalana sigue desarrollando su potencial, otras urbes como Madrid están recortando distancias.
Patio Campus aspira a crear el principal espacio de aceleración empresarial de España con el objetivo de impulsar 80 firmas este año y 200 el próximo. La meta, que implicaría superar el ritmo de Lanzadera, la incubadora de Juan Roig, es ambiciosa, pero la iniciativa cuenta con el apoyo de cotizadas del Ibex y otras grandes empresas, entre ellas Inditex, Merlin Properties, Cepsa, Iberia, BMW, Mahou o Pasqual: los socios fundadores concentran el 3,6% del PIB español.
"No hay rivalidad"
Sara A. Pedraz, responsable de Estrategia y Operaciones de Patio Campus, destaca el desarrollo "espectacular" que ha tenido la Ciudad Condal en este campo "en los últimos 10 años". Por ello, considera que "no hay rivalidad", sino "puentes" entre su proyecto e iniciativas como Tech Barcelona, con la que han iniciado conversaciones para "colaborar".
De hecho, la directiva indica que en el programa local Madrid Abierta, "el 20% de las compañías que han aplicado son de Barcelona". Subraya que su apuesta es internacional, por lo que estar en la capital catalana "es fundamental". "No podemos dejar de utilizar el ecosistema catalán", sentencia.
Innovación e internacionalización
Pedraz considera que la voluntad tanto del Gobierno local como del sector privado es hacer de Madrid un nexo de startups a la altura de otras ciudades europeas. Y es que a pesar de contar "con más recursos", a la capital española "le ha faltado un sitio de referencia" como Tech Barcelona o Barcelona Activa.
Con la apertura de su espacio de 1.900 metros cuadrados en Nuevos Ministerios, Patio confía en explotar su proximidad con sedes financieras, "cosa que en Europa no se da por coste", ya que muchas aceleradoras se desplazan a la periferia. En paralelo, busca aliancas internacionales: tanto startups extranjeras, como inversores, como una red de organizaciones que puedan contribuir a internacionalizar las empresas participantes en sus programas.
Pedraz destaca que "no va a haber competición con Barcelona" y "sí con otras capitales europeas", ya que entiende que "tenemos que oxigenar el país" y "poner Madrid en el mapa" a través de proyectos que apliquen tecnologías como la inteligencia artificial o la robótica a los sectores económicos. "Nuestra idea no es estar por encima ni debajo, sino ser un referente internacional", concluye.