Pronto será la última noche en Bacarrá. El strip club decano de Barcelona, con 30 años de historia a sus espaldas, bajará la persiana en los próximos días al haber sellado una "alianza" con la sala rival, situada a escasos metros, en el pudiente barrio del Turó Park de la Ciudad Condal. El negocio, que hasta 2013 regentó el empresario gallego Jaime Veiga, dirá adiós, aunque promete reabrir tras una reforma integral.
Informan de ello fuentes del sector, que alertan del "próximo cierre" de Bacarrá, el club de destape más longevo de la capital catalana. Lo abrió Veiga en el 1995 y, y se desvinculço del mismo en 2013. Los bajos fueron a la quiebra en 2020, y han conseguido aguantar cuatro años más. Hasta ahora.
Cierre y reapertura
El próximo 27 de marzo, Bacarrá cerrará. Lo hará, en principio, para someterse a una reforma integral y volver a abrir. En la trastienda quedará su valiosísima licencia de actividad, muy infrecuente en el tejido urbano barcelonés.
Ayer jueves, día flojo en el número 25 de la calle Borí i Fontestà, confirmaban que los bajos rosas bajarán la persiana la próxima semana. "Para alivio de los vecinos", detallaban algunos residentes con sorna. No en vano, algunos de ellos han luchado décadas para cerrar el club, que en su momento de apogeo llegó a tener a 70 strippers. Ahora, los vecinos tendrán un respiro, por bien que temporal.
'Pax histórica'
El motivo de la clausura --limitada en el tiempo-- es la histórica entente cordiale lograda entre empresarios del sector del ocio para adultos. Bacarrá solía pertenecer al portafolio de Veiga, ahora desvinculado y dueño de la Pulpería Can Lampazas de avenida Paral·lel, lugar de peregrinación de exjugadores del FC Barcelona, sobre todo los del Dream Team. Tras la salida de éste, Bacarrá está regentado por otros empresarios.
A escasos metros opera Blue Night, local del veteranísimo empresario Juan Balcells, el que fuera dueño de la célebre sala de striptease Bailén 22 de Barcelona. Los dos locales mantenían una "fría" relación al considerarse competidores directos. Con tensión, incluso. Hasta ahora. Una "alianza", según algunos, o una "compra de Bacarrá por parte de Blue Night", según otras fuentes, ha enterrado el hacha de guerra. Se ha firmado la paz en la noche de Turó Park. Fumata rosa.
Famosos
El sosiego es importante porque Bacarrá trabaja en una de las zonas residenciales más cotizadas de Barcelona. Vive cerca, por ejemplo, el exalcalde Xavier Trias; y tiene piso a escasos metros Carmen Cervera, la baronesa Thyssen-Bornemisza.
Son solo dos de los vecinos ilustres de una franja elegante en la que el trabajo de portero de escalera aún es noble oficio, y en la que el servicio aún entra en los domicilios en la puerta asignada para ellos. Que no es la principal, claro.
La 'noche canalla' en Turó Park
Aquí, junto a pisos que exceden sin rubor alguno el millón de euros y vecinos con apellido compuesto, trabajaba el alterne. El Bacarrá operó durante décadas, junto al icónico pub Pippermint, situado en la acera de enfrente.
El Pipper era el animador de la noche estudiantil coqueta, pero también ha terminado cerrado. Bartolomé Criado, presidente de la AAVV Turó Park, recuerda que alguien compró el piso situado arriba del bar musical. Una de las habitaciones se había transformado en una caja fuerte gigante que "no cabía por la puerta", para guardar efectivo. Ahora, los bajos están en traspaso.
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