Big Bus Tours, el líder mundial en autobuses turísticos, ha aflorado trabas a la competencia en el bus turístico privado de Barcelona. El operador británico ha conseguido corregir los pliegos del concurso de 300 millones de euros por vicios que limitan la concurrencia, como avanzó este medio.
Han avisado de ello fuentes del sector citando una resolución del Tribunal Catalán de Contratos del Sector Público (TCCSP) [esta], que derriba uno de los requisitos para optar al contrato: el de tener experiencia previa con la administración pública. El fiscalizador sugiere que esta exigencia es "desproporcionada o indebida", por lo que la anula.
"Favorece a los actuales"
Desde el sector confirman que las plicas, tal y como están formuladas en estos momentos, "favorecen a los operadores actuales". De hecho, el procedimiento ha entrado en el radar de la Autoridad Catalana de la Competencia (Acco).
Un análisis que parece avalar, en parte, el TCCSP al desarbolar una de las exigencias para concurrir a la licitación.
El líder mundial
La empresa que ha propiciado el elegante revés es Big Bus Tours, un gigante con sede en Londres que opera buses turísticos en 23 ciudades de 11 países de todo el globo.
La firma es producto de la fusión de la francesa Les Cars Rouges y la británica Big Bus, y presume de explotar el servicio de sightseeing en, por ejemplo, Madrid. Su recurso en Barcelona parece indiciario de la voluntad de abrir el mercado catalán.
Dos buses turísticos
Si lo quiere sustanciar, Big Bus deberá acomodarse a la peculiar situación de este negocio en la capital catalana: hay dos buses turísticos distintos, uno operado por Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) y otro por Grup Julià y Moventis.
El primero lo licita el consorcio público-privado Turisme de Barcelona, mientras que el segundo lo externaliza el Área Metropolitana. Es este último el que se está renovando y que ahora está en cuestión.