Por más que se adopte una actitud positiva, no siempre se puede conseguir un final feliz. Mr. Wonderful, la marca barcelonesa que puso de moda los regalos con mensaje optimista, prepara el despido de una cuarta parte de su plantilla, unos 40 trabajadores aproximadamente.
Los empleados se han enterado de la noticia a través de una comunicación interna de los sindicatos y varios medios de comunicación ya se han hecho eco de la misma. La dirección ha manifestado su intención de llevar a cabo un ERE que afectará mayoritariamente al equipo de Barcelona.
Del negocio de las bodas a la motivación
La compañía fue fundada en 2012 en Barcelona por Ángela Cabal y Javier Aracil, un matrimonio de diseñadores que tenía en mente un proyecto de diseño nupcial. Sus frases motivacionales se hicieron famosas en las redes sociales y su actividad fue en aumento y trascendió lo relacionado con las bodas.
Ahora, la empresa alega causas económicas, organizativas y productivas para justificar el recorte, que además de la pérdida de parte de la plantilla también supondrá el cierre de cinco tiendas en distintas ciudades españolas. Justifica la medida con la situación supuestamente negativa que viven las finanzas corporativas.
Crisis en las tiendas de regalos
Según las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil, las de 2021, la sociedad limitada Mr. Wonderful Comunication facturó 27 millones de euros y consiguió una rentabilidad positiva, de cerca de medio millón de euros. Sin embargo, lo cierto es que la rentabilidad ha descendido con respecto a ejercicios anteriores.
La firma también podría estar sufriendo todavía los coletazos económicos de la pandemia, y es que el Covid truncó su plan de expansión, que apostaba por abrir tiendas en locales bien ubicados. Finalmente, este plan se ha convertido en un cierre de establecimientos, lo que, junto a la competencia de la francesa Ale-hop, ha supuesto un revés para Mr. Wonderful. Unas circunstancias similares a las que también causaron problemas a la cadena de tiendas de regalo Wolala, propiedad de los Raurich, que en este caso decidieron echar el cierre definitivamente.