El ministro de Industria, Jordi Hereu, tiene un "encargo" del presidente del Gobierno.. Esa ha sido la palabra usada esta tarde por el exalcalde de Barcelona para referirse al mandato que lo ha devuelto a primera línea política. Lo ha dicho precisamente en la capital catalana, donde ha clausurado el simposio organizado por la Fundación para la Sostenibilidad Energética y Ambiental (Funseam).
El dirigente asumió la cartera de industria con el reto de conciliar el impulso de la actividad fabril y el desarrollo de la agenda verde. Una "ecuación difícil", tal como ha reconocido el propio ministro, aunque inexcusable a la vista de la senda de descarbonización marcada por la Unión Europea. Según Hereu, España puede llegar incluso a liderar la economía net zero, anglicismo que en la jerga del sector se refiere a las emisiones cero netas y que ha sido el lema de este congreso de Funseam.
"Momento histórico"
"Son dos grandes premisas, dos principios que debemos cumplir. Eso hace que la ecuación sea más difícil, pero lo podemos hacer", ha dicho antes de definir el actual como un momento "histórico". "Necesitamos hacer juntos el camino de la transición energética, un desafío de magnitud enorme para el que contamos con herramientas y recursos que no teníamos hasta ahora", ha añadido el expresidente de Hispasat.
En el mismo tono conciliador empleado por la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que ha abierto el congreso por la mañana, Hereu se ha comprometido "no solo a dialogar sino a contrastar opiniones y trabajar conjuntamente" con la industria.
Más fondos europeos
La industria española y europea afrontan una coyuntura compleja. A los problemas de suministro energético y de materias primas se suma el encarecimiento del gas y la electricidad respecto a las cotas previas al Covid-19. Las papeleras y químicas, representadas en el simposio a través de las patronales Aspapel y Feique, se han mostrado dispuestas a asumir cambios productivos de fondo, pero han llamado la atención sobre el mar de fondo que afronta el sector.
Consciente de ello, Hereu ha tendido la mano. El ministro ha informado que ya se han presentado más de 100 solicitudes al PERTE de descarbonización y ha recordado que durante el segundo semestre del año habrá una nueva convocatoria.
Además, ha añadido que el Gobierno está trabajando en la cuarta línea de dicho PERTE, que deberá cofinanciar nuevas instalaciones manufactureras altamente eficientes y descarbonizadas, y que contará con 150 millones en subvenciones y 100 millones en préstamos.
Brufau, contra los "dogmatismos"
Compromisos bien acogidos por un sector económico al que el Gobierno ha tenido en el punto de mira con el impuesto a las energéticas. Pero en la jornada de Funseam ha cundido el fair play, la voluntad de entendimiento entre los privados y la Administración. El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha intervenido antes del ministro con argumentos que engranaban con el discurso del Gobierno.
Aunque se ha permitido algún apunte que los "políticos no suelen entender". Brufau ha llamado a abandonar los "dogmatismos" en pos de una actitud abierta, desprovista de apriorismos. "Todas las tecnologías son necesarias para descarbonizarnos: la eficiencia energética, las renovables, los combustibles sintéticos, el hidrógeno, la energía nuclear...", ha enumerado.
Pensar globalmente
También ha pedido proteger "los empleos de calidad y no los desempleos de calidad" y hacer, en sus palabras, un esfuerzo enorme para que la industria continúe generando estos empleos.
Por último, el presidente de la petrolera ha señalado la necesidad de que la descarbonización de la economía sea justa para todo el planeta. En este sentido, ha argumentado que la realidad de los países en desarrollo no es la misma que la europea: "No habrá transición en el planeta si no es justa, equitativa y generosa".