El impuesto especial a la banca colea en el sector más de un año después de su aprobación y entrada en vigor, dado que el Gobierno pretende que se convierta en permanente. Ana Botín, presidenta de Santander, ha sido la última figura relevante del panorama financiero en enviar un mensaje soterrado al Ejecutivo bajo la extendida premisa de que la banca ya paga, de por sí, mayores tributos que el resto de actividades.
Para Botín, el principal desafío al que se enfrenta la economía española, en general; y el resto, en términos generales, es el de un crecimiento que considera insuficiente y, al mismo tiempo, clave precisamente para elevar la recaudación sin necesidad de aumentar la presión fiscal.
"Crecemos poco"
"El reto que tiene España es el del crecimiento porque crecemos poco; y lo que debemos intentar es crecer más y hacerlo todos ya que, de esta forma, podremos financiar mejor elementos como la transición verde", ha apuntado Botín, durante la presentación de los resultados de Santander en 2023.
A preguntas de la prensa, la ejecutiva ha deslizado la fórmula que debería aplicar el Gobierno para mejorar los ingresos fiscales, que no está relacionada con nuevas figuras tributarias.
Mayor recaudación
"Lo mejor para recaudar más es crecer. Cuanto más crezcamos las empresas, los negocios, las economías domésticas, más dinero llegará a las arcas públicas y los servicios podrán financiarse mejor", ha apuntado la presidenta de Santander, para añadir a continuación que "un impuesto a la banca no es la mejor manera de beneficiar a la economía".
Además, Botín ha defendido también la homogeneización de las cargas fiscales entre los diversos sectores y que no sea la banca la que tenga que ser más penalizada”.
En 2024, aun mejor
"Ya pagamos casi un 53% de lo que ganamos en España", ha recordado, al tiempo que ha especificado que en 2024 Santander pagará algo más de 338 millones de euros por ese impuesto especial a la banca, frente a los aproximadamente 225 que abonó el ejercicio anterior.
La presidenta de la entidad financiera ha puesto en valor haber cerrado 2023 con un resultado récord histórico pero ha hecho mayor hincapié en la transformación del banco y la estrategia de ser "un banco digital con sucursales" y un modelo basado en cinco negocios globales.
En este sentido señaló que 2024 será un año aún mejor para Santander, a pesar de la desaceleración y los riesgos geopolíticos.