Una trama catalana imbricada en la industria del cátering aceptará un año de cárcel por intentar estafar un millón de euros a dos bancos. El principal acusado ha aceptado la petición fiscal, por lo que se declara culpable de un delito continuado de falsedad documental y asume una pena menor, que implicará que no entre en la cárcel.
Es lo que se desprende del escrito de acusación de la Fiscalía Provincial de Barcelona, en el que se recoge la petición de pena de conformidad del principal acusado, un empresario del sector de la inyección de plásticos y las colectividades. El directivo admite el cargo y asume una pena casi simbólica: un año de cárcel y cuatro meses de multa.
Un millón a Bankia y Bankinter
El juicio, que se celebra esta semana en la Audiencia Provincial de Barcelona, busca probar si el empresario trató de engatusar a Bankia y Bankinter para obtener liquidez para sus negocios.
Lo hizo, según la acusación pública, por medio de una trama de testaferros y sociedades pantalla interpuestas que camuflaron el estado real de cuentas de sus mercantiles.
50 euros para ser administrador
¿Qué ofrecían los implicados? Según el ministerio público, "50 euros para ser administrador de cada empresa", que representaba firmas con sede en Sant Boi de Llobregat, Vacarisses y Polinyà (Barcelona)
A cambio de ello, utilizaban a estas personas --y sus documentos nacionales de identidad-- como testaferros para las sociedades.
Operaciones en Madrid
Fuentes cercanas al caso han detallado que el grupo operó en Cataluña, como atestiguan los hechos enjuiciados esta semana, pero también en Madrid.
En la comunidad capitalina, los implicados trataron de perpetrar otras operaciones fraudulentas con bancos, sin llegar a completarlas.