La crisis armada en el mar Rojo ha obstaculizado el transporte marítimo, provocando retrasos y sobrecostes. Esta situación tiene un impacto económico en la inflación y en la cadena de suministro de algunos sectores, mientras que otros resisten, por ahora. El conflicto entre los rebeldes hutíes, aliados de Hamás, y las potencias occidentales cerca del paso de Suez está afectando al transporte marítimo, que se ve obligado a buscar rutas alternativas más caras y largas.
La Comisión Europea y el Gobierno español vigilan de cerca los riesgos y las consecuencias de esta crisis, que también plantea un dilema político y militar. La tensión en el mar Rojo se ha agravado esta madrugada, después de que los hutíes lanzaran un misil contra el Gibraltar Eagle, un buque mercante estadounidense que llevaba acero. Aunque no hubo víctimas ni daños graves, este ataque se suma a los que se han registrado en los últimos días entre los rebeldes y las fuerzas de Estados Unidos y Reino Unido, que el viernes pasado bombardearon 60 objetivos hutíes en Yemen.
Escalada y disrupciones
Ante la escalada del conflicto, las navieras han optado por desviar sus rutas por el Cabo de la Esperanza, en Sudáfrica, lo que supone un aumento del tiempo y del coste de los fletes. Según datos publicados por La Vanguardia, el tráfico marítimo en el mar Rojo se ha desplomado un 40% desde noviembre. Esta situación tiene un impacto económico en algunos sectores que dependen de los productos que llegan por vía marítima desde Asia o África. El presidente de ATA y vicepresidente de CEOE, Lorenzo Amor, ha expresado su preocupación por el efecto que pueda tener sobre la inflación, que ya empezó a subir cuando faltaron componentes y suministros a las empresas españolas por la guerra de Ucrania.
Amor ha advertido de que ya hay empresas que están teniendo problemas para recibir los productos que tienen que atravesar el mar Rojo. La Comisión Europea ha insistido en "vigilar de cerca" los riesgos y las repercusiones de los ataques a las embarcaciones en el mar Rojo, que afectan a las rutas marítimas de la región. El comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, ha reconocido que, aunque "ahora no es el caso", es necesario estar atentos a estos riesgos, que podrían tener consecuencias sobre los precios de la energía y las perturbaciones en la cadena de suministro, alimentando así las presiones inflacionistas.
España, indecisa
El Gobierno español también está siguiendo la evolución de todos los indicadores relacionados con las posibles disrupciones en las cadenas de suministro. El ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ha participado este lunes en su primera reunión de ministros de Economía y Finanzas de la UE como ministro, donde ha indicado que están siguiendo el precio de los fletes y las posibles disrupciones en las cadenas de suministro. Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha mostrado dispuesto a "estudiar" la propuesta de Estados Unidos de que España pueda participar con oficiales de enlace en la misión que lidera Washington para proteger la navegación en el mar Rojo frente a los ataques de los rebeldes hutíes, después de haber rechazado desde el principio formar parte de la misma.
Sánchez ha comentado que van a estudiar la propuesta que les ha hecho la Administración de Joe Biden, que consistiría en estar presente con oficiales de enlace aunque no enviar barcos ni efectivos. Sin embargo, esta propuesta no ha gustado a Podemos, socio de coalición del Gobierno, que ha anunciado que se opondrá a cualquier participación militar de España en el mar Rojo. Javier Sánchez, uno de los coportavoces de Podemos, ha afirmado que si el Gobierno decide enviar oficiales de enlace, su formación exigirá que haya una votación en el Congreso y ya adelanta que su posición será de rechazo. Para Podemos, los bombardeos de Estados Unidos y Reino Unido contra posiciones hutíes "suponen un peligro real de extender el conflicto a todo Oriente Próximo". "Parece que a las potencias anglosajonas les preocupa más blindar los intereses de Israel en la región que poner fin a ese bombardeo que está sufriendo millones de personas en la franja de Gaza", se lamenta Sánchez Serna.
La UE, preocupada
La Comisión Europea (CE) afirmó este lunes que la crisis provocada por los ataques de los rebeldes hutíes de Yemen contra cargueros en el mar Rojo es un “problema internacional” que necesita de una “solución y coordinación internacionales”, y que la UE ya prepara una respuesta. “La UE trabaja activamente en la búsqueda de soluciones para restablecer la seguridad marítima en el mar Rojo. Se trata de un problema internacional que requiere una solución y coordinación internacionales”, afirmó el comisario europeo de Empleo y Derechos Sociales, Nicolas Schmit, en un breve debate en el Parlamento Europeo sobre la crisis abierta por los ataques hutíes.
La banca de inversión JP Morgan también se ha referido a los conflictos geopolíticos, como el actual del mar Rojo, cuyo efecto en sus previsiones económicas dependerá de la evolución que siga, si empeora o si se instalan estas tensiones geopolíticas. "A día de hoy tenemos esta información y si la situación escala, habrá que ir viéndolo", ha apuntado. La crisis del mar Rojo y sus perturbaciones logísticas en el comercio no están afectando a los precios de los cereales, que siguen bajando tanto en las lonjas españolas como en los principales mercados de referencia por la oferta abundante.
Impacto económico
La tensión en el mar Rojo no se refleja en el comercio de cereal, donde "pesa más la oferta que las cuestiones coyunturales", según fuentes de la asociación de comerciantes mayoristas Accoe. Tanto en el operador europeo de mercados bursátiles Euronext en París como en la Bolsa de Chicago (EEUU) los contratos de futuros registran bajadas o estabilidad. El fabricante de automóviles japonés Suzuki suspendió hoy su producción en Hungría durante una semana debido a las interrupciones en la cadena de suministro causadas por los ataques de los rebeldes hutíes. La compañía planea restablecer la producción el próximo lunes en su planta de la ciudad húngara de Esztergom, donde fabrica dos vehículos utilitarios deportivos, los modelos Vitara y S-Cross.
Los rebeldes hutíes han estado perpetrando ataques a buques comerciales propiedad de compañías israelíes o que consideran que están vinculados a Israel, y Suzuki ha sufrido las ofensivas con retrasos en la entrega de motores y otras piezas a su planta húngara. En paralelo, el número de barcos atacados por piratas en todo el mundo aumentó en 2023, año en el que además se registró el primer secuestro efectivo en aguas frente a Somalia desde el año 2017, según alerta el último Informe sobre Piratería y Robo Armado elaborado por la Oficina Marítima Internacional