Nuevo golpe policial contra la droga. La Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra han puesto fin a una ruta de tráfico de drogas que operaba entre Andalucía y el norte de Europa, utilizando el Pirineo catalán como paso intermedio. En el marco de una operación conjunta, se han detenido a cinco personas, tres en Almería, Mijas y Torremolinos, y dos en Vielha, y se han intervenido 70 kilos de hachís y marihuana, 5.000 euros en efectivo y diversos dispositivos electrónicos.
La investigación se inició el 11 de septiembre de 2022, cuando los agentes localizaron un vehículo cargado con 41 kilos de marihuana y 29 de hachís que estaba estacionado en el aparcamiento del Parador de Vielha. Los sospechosos lo habían dejado allí siguiendo la ruta desde Andalucía hasta el destino final de la droga, países del norte de Europa. En el lugar, se detuvo a una mujer de 35 años que acudió a recoger el vehículo.
Dinero, marihuana y hachís
A partir de ese momento, se estableció un equipo conjunto de investigación entre los Mossos d'Esquadra y la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Policía Nacional de Torremolinos-Benalmádena, que permitió identificar al resto de los responsables del transporte. El 12 de diciembre, se realizaron dos registros en las localidades de Roquetas de Mar y Almería, donde se hallaron 5.000 euros en metálico, comprobantes de envíos de dinero al extranjero, un chaleco antibalas, dispositivos de seguimiento electrónico para señalizar cargamentos de droga, teléfonos móviles y otros indicios que relacionan a los detenidos con la preparación y ejecución del transporte de droga interceptado. En estas actuaciones, se detuvo a tres personas, dos hombres de 29 y 38 años, y una mujer de 39 años, a quienes se les imputan delitos de tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal.
El 27 de diciembre, se detuvo en Vielha al quinto detenido, un hombre de 46 años, presuntamente relacionado con el envío de droga. Según los investigadores, el papel de los detenidos era básicamente logístico. Se encargaban tanto de la gestión del transporte del cargamento de droga, como de la misma materialización, ya fuera conduciendo el coche que llevaba la droga, o haciendo tareas de contravigilancia para evitar controles policiales, o el asalto por parte de otras organizaciones criminales.