La catedrática en "transformación social competitiva", Begoña Gómez, ha vendido este jueves en Barcelona las ventajas de la sostenibilidad para el sector empresarial. En la conferencia inaugural de la jornada del Colegio de Economistas de Cataluña, la esposa del presidente del Gobierno ha animado a las empresas a "incorporar el ámbito social y medioambiental" en sus hojas de ruta.
Con un lenguaje ampuloso más propio de una charla inspiracional, Gómez ha asegurado que las compañías con "enfoque de impacto" generan más beneficios. A su juicio, los criterios ESG de gobierno corporativo son "guías para tener ventaja competitiva y un crecimiento dentro de un mercado que cada vez va a ser mucho más exigente". "No es filantropía, es economía", ha remachado.
¿Defensa del decrecimiento?
Para justificar este "cambio de paradigma", Gómez ha alertado sobre los "problemas derivados del crecimiento lineal, que si bien nos han llevado a cotas de riqueza por otro lado nos han hecho rebasar siete de los nueve límites del planeta". "Hemos incrementado las desigualdades de género, edad y raza", ha añadido.
Una crítica solapada al capitalismo que sin promover directamente el decrecimiento coquetea con la idea de "frenar" las tasas de crecimiento económico.
Cuatro palancas
Para materializar estas ideas, Gómez ha enumerado cuatro palancas de cambio: implicar a todos los departamentos de una empresa, insertar una perspectiva de largo plazo contra el "capitalismo cuatrimestral", focalizarse en objetivos concretos y "pasar más a la acción con menos informes y certificados".
Por último, la catedrática ha exhortado a los economistas a difundir estos planteamientos. "Poneos las gafas de impacto más allá de las mercantiles", ha dicho. El público ha aplaudido con esmero. Otra cosa es que los haya convencido.