El Ayuntamiento de Barcelona y Aigües de Barcelona han renovado el acuerdo de colaboración que les permite frenar de forma efectiva la pobreza energética en la ciudad. Han reeditado un protocolo que ya está testado -se activó en 2018-, funciona y permite emerger situaciones de vulnerabilidad y blindar a las familias que las sufren.
El objetivo principal del pacto es fijar el procedimiento para garantizar el suministro de agua en los casos en los que no se pueda pagar la factura. El protocolo se activa ante el impago de facturas. Aigües de Barcelona informa de la situación a los Servicios Sociales municipales y les pide que realicen un informe de valoración de la situación de exclusión residencial. Será este documento el que determine todas las actuaciones que se seguirán después.
Cómo garantizar un servicio básico
“Aigües de Barcelona no puede proceder a la suspensión del suministro si el informe de Servicios Sociales determina que se trata de una persona o unidad familiar vulnerable (en los casos que establece la Ley 24/2015)”, señala la compañía en un comunicado. No es el único caso que aborda.
También se compromete a “formalizar un contrato de suministro de agua para las familias sin derecho de uso sobre la vivienda si el ayuntamiento lo solicita” con el objetivo de “garantizar que las familias en situación de vulnerabilidad social o económica pueda acceder al servicio básico del agua”.
Colaboración público-privada
“Marcamos un paso importante en nuestra misión comuna de luchar contra la pobreza energética y hacer de Barcelona una ciudad más justa y sostenible”, ha señalado la segunda teniente de alcalde de Derechos Sociales, Eduación y Ciclos de Vida del consistorio, Maria Eugènia Gay. Afirma, asimismo, que el ámbito de colaboración público-privada sirve para demostrar el “compromiso de que no dejamos a nadie atrás, asegurar que todas las personas, de forma independiente de si situación económica, puedan disfrutar de las ventajas de la energía segura y sostenible”.
En cuanto al consejero delegado de Aigües de Barcelona, Felipe Campos, ha remarcado el “compromiso firme con la mejora de la calidad de vida de las personas en el territorio donde operamos, en especial, con las que más lo necesitan”. Y destaca que sirve para reforzar los pactos con el sector público que permiten “encarar los retos actuales e impulsar iniciativas y proyectos de impacto social que nos permitan avanzar hacia una sociedad más justa y sostenible”.
Fondo de solidaridad local
El protocolo contra la pobreza energética no es el único ámbito de colaboración entre el ayuntamiento y Aigües de Barcelona. Otra de las grandes medidas activadas es el Fondo de solidaridad del municipio. Se empezó a aplicar en 2012 y también sirve para combatir la emergencia en el ámbito de la pobreza energética. Cubre el coste de la factura de agua en los casos en que sea necesario.