Más de medio centenar de entidades cercanas a los comunes y a la CUP han presentado hoy una campaña para impedir que la Copa América de Vela se celebre en Barcelona en 2024. Las asociaciones alegan que la competición es "elitista" y que conllevará "masificación turística", entre otros efectos.
Lo han dicho hoy los portavoces de la neonata plataforma No a la Copa América, que tutela el partido de Ada Colau y los anticapitalistas por medio de entidades afines, como Enginyeria sense Fronteres o Aigua és Vida, entre otras. El conglomerado ha revelado sus argumentos y ha anunciado una agenda de movilizaciones para detener la competición deportiva del próximo verano.
Dinero público
Para justificar su oposición, los contrarios han lanzado una batería de argumentos. Éstos pasan por las aportaciones públicas a la Copa, que totalizan 55 millones de euros. En relación a esta cantidad, la coalición asegura que Valencia no recuperó la inversión hecha en ocasión del mismo trofeo celebrado en la ciudad en 2007 y 2010.
Asimismo, avanzan que la carrera se traducirá en "masificación turística", y que se trata de "un paso en la dirección equivocada" en plena cambio climático. En el terreno del medio ambiente, los opositores temen "daño en los ecosistemas" e impactos en el precio de los alquileres en la Ciudad Condal.
Galaxia de comunes y la CUP
¿Quién se ha sumado a la negativa? Por lo pronto, una constelación de entidades afines a Barcelona en Comú, partido de la exalcaldesa Ada Colau, como Zeroport o Acció Raval, los sindicatos de vivienda de la capital catalana o el propi Observatori DESC, donde trabajó la ex primera edil antes de entrar en política.
Y también a la CUP, como la Assemblea de Barris pel Decreixement Turístic (ABDT) o los casales La Cruïlla o Jaume Compte, en Eixample y Sants, respectivamente.
Ya hubo tensiones
En cualquier caso, el nacimiento de una plataforma contraria es uno de los temores de la organización de la Copa América, que quiere evitar protestas frente a los fastos náuticos de 2024. Antes, la parte pública del trofeo ya trató de limar asperezas con los vecinos del barrio de Barceloneta, con éxito aunque también con cierta tensión.
De hecho, como explicó este medio, parte de los comunes, la facción más populista, está azuzando los movimientos contrarios al macroevento, aunque BComú se sumó a la presentación del mismo el año pasado y trató de capitalizarlo.
Masificación
En puridad, está habiendo otros pasos para amortiguar el impacto de la Copa en los barrios litorales de Barcelona el próximo verano. Uno de ellos es el lanzamiento de un bus náutico verde, que unirá el Port Vell con la zona de la Nova Bocana y buscará evitar el apiñamiento de vehículos y personas en la avenida Joan de Borbó, ya muy saturada de por sí.
El otro es un programa de legado, que busca enraizar la competición en el tejido deportivo, social y económico de la urbe y dejar huella tras el fin de la prueba en octubre de 2024.