La futura composición del accionariado de Celsa incorporará un socio industrial español cuando se ejecute finalmente la sentencia del Juzgado de lo Mercantil número de 2 de Barcelona, que se tiene como consecuencia la toma de control de la siderúrgica catalana por sus principales acreedores y la consiguiente salida de su aún propietario, la familia Rubiralta.
Para que se pueda ejecutar este relevo es precisa la autorización del Consejo de Ministros, dado que las entidades que pasarán a controlar de forma mayoritaria el capital de Celsa son extranjeros.
Condiciones del Gobierno
Como avanzó Crónica Global, el Gobierno impondrá una serie de condiciones a los nuevos dueños de Celsa, la mayoría de ellos fondos internacionales, para que obtengan el visto bueno de Moncloa, entre las que se encuentran un compromiso para mantener el empleo y para que la sede social y los centros de decisión permanezcan en España.
Entre esos requisitos también figuraría la incorporación de un socio industrial, que sirviera como respaldo para la gestión de la compañía y pudiera aportar su experiencia en el sector, además de asegurar la continuidad de la presencia de capital español en uno de los conglomerados industriales más importantes del país.
Un grupo importante
Cabe recordar que Celsa fue benefactor de la mayor inyección de liquidez por parte del fondo especial de la SEPI que el Gobierno articuló para ayudar a las empresas que se hubieran visto fuertemente impactadas por la crisis derivada del Covid-19.
La ayuda se concretó en sendos préstamos que totalizaron 550 millones de euros, aunque no se llegaron a ejecutar por la falta de acuerdo entre los Rubiralta y sus acreedores, que ya peleaban por el control de la empresa.
Participación por definir
En este contexto, algunas corporaciones del sector como Sidenor y Grupo CL se perfilan como candidatos a formar parte del capital de Celsa en esta nueva etapa, aunque los movimientos aún tienen un carácter preliminar y aun restan diversas cuestiones por dirimir.
El socio industrial español podría tener una participación de entre un 20% y un 25% del capital, según una información adelantada por La Vanguardia, que añade que, por el momento, no se han producido contactos, al menos de forma oficial, entre los interesados.
Avalado por los tribunales
Durante los primeros días del mes de septiembre, el juzgado de lo Mercantil número 2 de Barcelona avaló el plan de reestructuración presentado casi 12 meses antes por una mayoría de acreedores de Celsa, en el que se incluye una capitalización de la deuda de la que son tenedores, lo que supone la toma efectiva de su control.
Los fondos presentaron este plan apenas unas horas después de que entrara en vigor la nueva Ley Concursal, que traspone varias directivas europeas, e incluye esta figura, con el objetivo de agilizar los procesos de reestructuración de deuda y evitar acudir de forma recurrente a la declaración de concurso de acreedores.