Los expresidentes de la Generalitat José Montilla y Artur Mas abogan por un "cambio de mentalidad" en la sociedad catalana a favor del sector industrial, pues, de lo contrario, Cataluña no podrá mantener la competitividad de sus industrias y su economía entrará en una fase de "decadencia inevitable".
En estos términos se han expresado durante su participación en una mesa redonda del Foro de Industria y Energía (FIE2023), que se celebra en DFactory Barcelona --el ecosistema de industria 4.0 impulsado por el Consorci de la Zona Franca de Barcelona--, donde ambos han coincidido en que cualquier política industrial debe tener como principal objetivo garantizar suministro energético a un precio competitivo para las empresas.
Fotovoltaica, mejor que eólica
En este contexto, Montilla ha valorado que, dado el calendario de cierre de las centrales nucleares, será imprescindible sustituir toda la potencia de los reactores instalados en Cataluña por energía de fuentes renovables, cuya implantación es todavía insuficiente. Sabe que el territorio no dispone de las mejores características para nutrirse solo de la eólica, pero ha dicho que, en el caso de la fotovoltaica, bastaría con ocupar el 2,5% del terreno.
En esta posición ha abundado el vicepresidente de Foment de Treball y moderador de la mesa, Joan Roget. En sus palabras, ha destacado los esfuerzos realizados por la industria química catalana para reducir la emisión de gases de efecto invernadero casi a la mitad, al tiempo que ha alertado de que la "clave" en la actualidad es la energía procedente de fuentes renovables porque "sin esta garantía no habrá plantas industriales en el futuro".
Sin voluntad de cambio
Mas, por su parte, ha comentado que si bien Cataluña posee "todos los activos y atributos para ser un destino atractivo" de inversiones y proyectos industriales, como demuestra su "gran tradición" industrial de siglos, así como su mentalidad, capacidad innovadora y posición, no parece en cambio poseer "la voluntad" necesaria.
"Tengo la sensación de que una condición básica para atraer crecimiento económico y dinamismo no se acaba de cumplir, un país se tiene que declarar amigo de la actividad económica", ha apostillado. "Cataluña no ha hecho sus deberes" respecto a la implantación de las renovables, ha añadido.
Cataluña, a la cola de España en renovables
Por su parte, Montilla ha agregado que para recibir inversiones industriales es preciso "ser competitivos", para lo cual debe dar una serie de condiciones, tales como disponibilidad de capital, cualificación profesional, innovación e investigación, suministro energético a precios asequibles y también estabilidad política, un factor "importante" dado que se trata de proyectos a medio y largo plazo.
Respecto al suministro concreto de energías limpias, lamenta que Cataluña esté "en la cola" de España "junto con la Comunidad Valenciana".
Energía nuclear
Sobre la energía nuclear, Mas ha defendido que hay que mantener su presencia como "energía de reserva por si los planes no se cumplen o no llegamos a tiempo" para alcanzar los objetivos de renovables. En cambio, Montilla, quien ha dicho no ser "antinuclear", ha sostenido que no parece "viable a estas alturas revertir los términos de cierre de las centrales nucleares".
"Tenemos que jugar con nuestras cartas, tenemos sol y viento; tenemos que ser capaces de tener nuestro destino en nuestras manos", ha apostillado.
Reindustrializar Cataluña
Con anterioridad a la mesa redonda intervinieron el delegado especial del Estado en el Consorci de la Zona Franca de Barcelona, Pere Navarro; el conseller d’Empresa i Treball de la Generalitat, Roger Torrent; y el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, precedidos por una bienvenida del director del FIE, Albert Concepción.
Navarro se declaró "industrialista", por concebir la industria como "base del crecimiento económico y de la creación de riqueza". Reivindicó el cometido del Consorcio de la Zona Franca como "punta de lanza" en la innovación sobre nuevos modelos industriales y energéticos, como la industria 4.0, de la cual el propio edificio de la DFactory es un claro ejemplo.
Barcelona, "amiga de la industria"
Por su parte, Collboni declaró al Ayuntamiento de Barcelona como "administración amiga de la industria". El regidor insistió en que la capital catalana desea contar con más industria en su territorio, "fundamentalmente en la Zona Franca", pero también en su "trama urbana". Al respecto, abogó por desarrollar en Barcelona un nuevo modelo de "industria limpia y urbana" cuyo objetivo final sea "crear puestos de trabajo de calidad".
En su turno, el conseller Torrent expuso que la Generalitat "apuesta por la reindustrialización" de modo que se incremente sustancialmente el "peso de la industria" en el PIB catalán, no solo por sus beneficios en materia económica y de innovación, sino también en "desarrollo social" e "igualdad de oportunidades", dado que el sector industrial "arrastra al resto de sectores a desarrollarse". Al respecto, recordó la puesta en marcha desde la Generalitat del Plan Nacional por la Industria, en el cual "el vector energético es fundamental" en el marco del "trilema" compuesto por "suministro, precio y sostenibilidad". "El objetivo es incrementar la energía renovable como principio general", agregó.
Objetivos europeos
La primera sesión de la mañana se cerró con una mesa redonda sobre la estrategia europea para alcanzar la soberanía energética tras la pandemia y ante la guerra en Ucrania, en la cual participaron el jefe de la oposición en Cataluña, Salvador Illa; el miembro del gabinete de la comisaria de Energía de la UE Ruud Kempener; y el catedrático emérito de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universitat de Barcelona Mariano Marzo, bajo la moderación del analista político Daniel Bashandeh.
En su turno, Illa explicó que es imprescindible compaginar la lucha contra el cambio climático con "el mantenimiento de una base industrial" por cuestiones no solo geoestratégicas, sino también "para reducir la desigualdad", dado que el sector industrial "reparte prosperidad de forma mucho más ecuánime" en aquellos lugares donde está implantado.
Respecto a los objetivos fijados por la Unión Europea para la implantación de las energías renovables, Illa precisó que "España va bien" en su grado de cumplimiento, pero, en cambio, en Cataluña "hay todavía mucho camino por recorrer".
Ruud Kempener expuso que se está entrando en "la segunda fase del Green Deal europeo", en la cual se concibe a la industria como "proveedor de soluciones" y durante la cual desde la Comisión Europea se pondrá en marcha un "paquete masivo" de energía eólico para abastecer al sector.
El catedrático Marzo fue particularmente crítico con la Unión Europea porque hoy por hoy "en Europa no existe política energética", al estar "subsumida en los que se conoce como transición ecológica", lo cual a su juicio constituye un "error".