El Puerto de Barcelona aprobará una ordenanza "pionera" para sancionar a embarcaciones que contaminen en exceso, según ha explicado a Efe el presidente de este organismo, Lluís Salvadó. Las multas se aplicarán tanto por la contaminación de las aguas como del aire.
"El objetivo es incrementar los niveles de exigencia en el respeto hacia el medioambiente", ha señalado Salvadó. La normativa, que se aprobará tras el verano, pondrá el foco en buques como las petroleras y granaleras, puesto que son más antiguos que los cruceros y contaminan más.
Sin afán recaudatorio
El gestor ha indicado que hasta la fecha la autoridad portuaria no ha contado con "herramientas para sancionar" comportamientos inadecuados y, si bien la finalidad de esta nueva regulación no será recaudatoria, ha admitido que "contar con medidas impositivas siempre ayuda".
Otro elemento innovador de la ordenanza es que hará posible vigilar a las embarcaciones mientras están en plena operativa. Actualmente, los barcos se inspeccionan presencialmente solo cuando están parados, lo que permite a algunos intentar sortear las reglas.
Efecto disuasorio
"¿Cómo se puede sancionar a alguien que lo está haciendo mal? Pues ya hay un puerto que hace una aproximación a partir de medios visuales", ha relatado Salvadó. Aunque no ha especificado qué infraestructura en concreto lleva a cabo esta medida, más allá de indicar que es asiática.
El organismo espera que la aprobación de la norma tenga un carácter disuasorio: "La mejor manera de no aplicarla es que la comunidad portuaria sea consciente de que el Puerto de Barcelona puede hacerlo".
Impuesto del Govern
Al mismo tiempo, la infraestructura está desplegando el proyecto Nexigen, que busca descarbonizar la actividad portuaria mediante la electrificación de sus instalaciones y que requerirá una inversión mínima de 130 millones de euros.
Asimismo, el Govern ultima un impuesto a las emisiones de los grandes barcos, si bien no cuenta con una mayoría parlamentaria segura para ponerlo en práctica.