La globalización también cambia los dichos, y aquella frase atribuida a Estrabón sobre la ardilla que podía cruzar la Península de árbol en árbol, sin tocar el suelo, podría actualizarse hoy como que un ciudadano puede recorrer el mundo de aeropuerto de ACS en aeropuerto de ACS, incluido el de Madrid. El grupo español ha construido y diseñado numerosas instalaciones aeroportuarias en todo el planeta a través de sus principales filiales en Estados Unidos, Europa, Asia y Australia, siempre con el compromiso en la economía circular y la sostenibilidad.
El cometido de ACS en esta rama de negocio incluye la construcción de las pistas de despegue y aterrizaje, terminales, sistemas de seguridad y todo tipo de infraestructuras y servicios adyacentes a los aeropuertos, como aparcamientos, nodos de transporte, intercambiadores… Y es que los aeródromos no solo ayudan a conectar a la gente, sino que promueven el entorno y atraen riqueza.
Sostenibilidad, ADN ACS
Entre las características de estas infraestructuras destacan la cada vez más acertada integración en el paisaje y el concepto de sostenibilidad. Por ejemplo, el aeropuerto Kempegowda está inspirado en la reputación de Bangalore de ser la Ciudad Jardín de la India, por lo que la nueva terminal refleja los extensos parques y vida vegetal de la metrópolis. Cuenta con paneles fotovoltaicos, iluminación natural y ahorro de agua, entre otros. En esa línea, la terminal 2 del aeródromo de San Francisco se ha actualizado como un edificio ecológico de alto rendimiento, mientras el Ronald Reagan ha tenido en cuenta las estaciones de carga para vehículos eléctricos, y el de San Diego será energéticamente eficiente.
Ampliar sin interrumpir el servicio
En Australia, sin ir más lejos, donde ACS opera de la mano de la filial Cimic, el grupo tiene entre manos numerosos proyectos aeroportuarios. Entre ellos, destacan la ampliación de la base aérea militar de la Real Fuerza Aérea Australiana y el Western Sídney, el segundo aeropuerto comercial de la ciudad olímpica, cuya construcción comenzó en 2018 y se inaugurará dentro de tres años, en 2026. Precisamente, esta instalación está llamada a ser un catalizador para el desarrollo económico y el empleo en la zona oeste de la metrópolis durante décadas.
Pero ACS no solo diseña y construye nuevas obras. Cimic, también en Australia, en este caso en Brisbane –ciudad que acogerá los Juegos Olímpicos del 2032–, y tras levantar la terminal 4, se encuentra adecuando una segunda pista en el aeropuerto de la mencionada ciudad. Con esta ampliación, según las estimaciones, la infraestructura pasará de 227.000 vuelos anuales a 360.000 en 2035 y a medio millón en 2045. El doble que ahora. Y sin molestar apenas a los pasajeros ni interrumpir el servicio. Todo un reto.
Claves para los negocios
Asimismo, en Melbourne, la filial de ACS está desarrollando el proyecto Melbourne Airport Rail, que conectará las instalaciones con el distrito central de negocios de la ciudad además de facilitar las conexiones con la red ferroviaria regional y metropolitana.
Cimic también ha mejorado y ampliado el Aeropuerto de Hong Kong en los últimos años, entre otras obras del porfolio. Este aeropuerto destaca también por los elevados estándares de digitalización que se utilizaron para desarrollar el proyecto. Leighton Asia, la filial encargada de acometer los trabajos, logró la modernización de la instalación a través del empleo de técnicas disruptivas que han ayudado a mejorar la eficiencia, seguridad y calidad de un aeropuerto estratégico por su volumen de carga y pasajeros. Hablamos de técnicas como la simulación 3D y los gemelos digitales, que permiten optimizar los resultados, agilizar las operaciones y disminuir riesgos.
Lugares de conexión, intercambio y apertura
En palabras de Aaron Wiebelhaus, vicepresidente y director general de Turner –filial de Hochtief y esta, a su vez, de ACS–, “los aeropuertos ayudan a conectar a la gente con nuevos lugares, comunidades y experiencias: te acercan al mundo y el mundo a ti”, y eso es lo que hace precisamente el grupo en el Aeropuerto de Riad, capital de Arabia Saudí, donde se encarga de la renovación y ampliación de las terminales 3 y 4, así como del levantamiento de salas de espera y otros servicios.
EEUU, de este a oeste
Otros lugares a los que viajar sin dejar de pisar suelo de ACS son el Aeropuerto Internacional Kempegowda (India), el Indira Gandhi (India), el Ronald Reagan, en Washington (Estados Unidos), el Aeropuerto Internacional de San Francisco (Estados Unidos), el Aeropuerto Internacional de San Diego (Estados Unidos), el de Sacramento (Estados Unidos), LaGuardia Nueva York (Estados Unidos), el JFK (Estados Unidos) y el Aeropuerto Atatürk turco, entre muchos otros. Todos ellos tienen el sello de Turner y, en algún caso, también de Flatiron.
Enlace con los destinos
La experiencia del grupo ACS y las capacidades de sus filiales brindan además la posibilidad de facilitar a los aeropuertos los sistemas de transporte que enlazan a los viajeros con su destino final en los centros de las ciudades. Son ejemplos de ello el mencionado intercambiador ferroviario de Melbourne que lo conecta con el centro de negocios, o el Automated People Mover (APM) de Los Angeles –ejecutado por Dragados USA–, que conecta entre sí las terminales de este aeropuerto internacional y con estaciones de transporte ferroviario regionales.