Los vigilantes de seguridad del aeropuerto de El Prat han convocado la huelga indefinida en los arcos detectores, como avanzó Crónica Global que harían. La protesta total comenzará el jueves 10 de agosto y será parcial en tres tramos por la mañana y la tarde. 

Según el burofax al que ha accedido este medio, la movilización indefinida en los filtros de pasajeros fue notificada a I-Sec, la contrata de seguridad de Aena en El Prat, el viernes. La protesta se sustenta en la petición de mejoras laborales y la denuncia de "abuso de autoridad", entre otras. 

Unanimidad

A diferencia de otros veranos, la huelga indefinida de los vigilantes del aeropuerto de El Prat destaca por su amplio consenso en el comité de empresa, que ha apoyado la protesta por unanimidad. 

Colas ante los controles de seguridad del aeropuerto de El Prat de Barcelona Cedida

CSIF, RoS, Ates, ADN Sindical y STS-C secundaron la convocatoria de paro total en una reunión celebrada la pasada semana. Tras ello, la comunicaron a la empresa adjudicataria, a la que afean "poca voluntad de diálogo". 

ADN Sindical: "Cerrazón"

Un portavoz de ADN Sindical, plataforma corporativa mayoritaria, ha subrayado que I-Sec "ha mostrado escasa actitud de negociación con el personal, apostando por la rescisión de contrato de los trabajadores descontentos". 

La misma fuente ha asegurado que los motivos de la protesta son "variados y justificados", la mantendrán hasta que I-Sec, filial del conglomerado holandés ISTC, "les escuche". 

Bonus y descansos

¿Qué piden los vigilantes? Garantizar la paridad en el centro de trabajo; descansos de 10 minutos por hora; que la empresa costee el párking de los 560 trabajadores; dos fines de semana libres al mes para garantizar la conciliación; un plus de idiomas y que cesen los "abusos de autoridad".

Un turista en el Aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat EFE

Asimismo, exigen el "cumplimiento del convenio" y del laudo arbitral emitido con ocasión de la huelga de 2017. 

Precedente: el caos de 2017

En efecto, seis años atrás hubo una protesta en el mismo centro de trabajo, aunque en aquella ocasión la adjudicataria del servicio era Eulen. La protesta provocó largas colas en El Prat y críticas de muchos pasajeros. La crisis terminó con la intervención de los filtros por parte de la Guardia Civil. 

En 2019 hubo una protesta similar, aunque con menor impacto. 

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