Aunque entró en vigor hace 20 años, la mayoría de empresas catalanas aún la desconocen. La deducción del impuesto de Sociedades vinculada con actividades de innovación y desarrollo (I+D) apenas benefició en el ejercicio fiscal de 2020 a 3.820 empresas, tanto grandes como pequeñas y medianas.
Más datos oficiales: Cataluña se colocó por detrás de la Comunidad de Madrid en la presentación de informes para acceder a esta medida. Si en Cataluña se presentaron 1.695 solicitudes, en Madrid fueron 2.990. Y eso que la horquilla de descuentos sobre los beneficios empresariales se mueve del 12% hasta el 59%, resaltando que estos porcentajes se aplican sobre la cuota a pagar del impuesto y no sobre la base imponible.
Deducción infrautilizada
¿Qué se halla tras la infrautilización de este mecanismo? Según María Mirabet, consultora especializada en financiación de proyectos de innovación y directora de A2D Innova Consultoria, se debe a la suma del "trabajo farragoso de la elaboración de las memorias para justificar las deducciones, el desconocimiento por parte del ecosistema emprendedor y, en el caso de Cataluña, en que las empresas aprovechan menos que en Madrid todas las ventajas de la normativa".
La profesional detalla que existen dos vías para valerse de este incentivo. La primera está vinculada a las novedades objetivas o actividades de investigación y desarrollo, con una horquilla que parte del 25% y puede llegar hasta el 59%. La segunda está relacionada con las innovaciones tecnológicas que constituyen solo novedades subjetivas, esto es, mejoras sustanciales de productos o procesos, que cuentan con un descuento del 12%. En ambos casos, hay que justificar todos los gastos directamente relacionados con un proyecto innovador específico.
Origen del incentivo
Mirabet participó en 2005 en la configuración de una metodología para homologar el procedimiento de las solicitudes de deducción que ya habían arrancado en 1995. Para evitar la discrecionalidad de Hacienda, se creó un sistema basado en agencias certificadoras y entidades acreditadoras y se consiguió que el Ministerio de Ciencia e Innovación emitiera un informe motivado y vinculante ante el fisco tras cada solicitud de una empresa.
Pese a este largo recorrido, aún queda mucho trabajo por concienciar a los potenciales beneficiarios. Cuenta su experiencia a este medio Paula Vilanova, fundadora y directora general de Viltec, una startup creada en 2018 y especializada en la construcción de torretas de servicios para puertos y cámpings: "Cuando estás tan puesto en tu startup, a diario, para intentar que funcione, la deducción fiscal no es algo que tengas mucho en mente, sino que primero vas a mirar más bien las ayudas".
Hacer bien el papeleo
Viltec ha hecho uso de esta incentivo a lo largo de tres ejercicios consecutivos. Aunque tanto Mirabet como Vilanova reconocen que para la elaboración de las memorias justificativas es necesario contar con la mano de un especialista que prepare el documento que se presenta al Ministerio de Ciencia e Innovación.
Pero si el papeleo se lleva a cabo adecuadamente, la meta está casi garantizada. Y es que Mirabet detalla que el Ministerio no suele echar atrás las peticiones. "El 99% se aceptan", expresa. Transicionar hacia una economía más basada en la innovación y el conocimiento tiene premio para las empresas. Solo hay que sacarle partido.