El Juzgado Mercantil número 9 de Madrid ha declarado en situación de concurso voluntario a las sociedades de Grupo Essentium, de Susana Monje. El activo consolidado asciende a 900 millones de euros, frente a un pasivo total de más de 400 millones. De esta última cifra, cerca de 385 millones se deben a los bancos.
La polifacética actividad del consorcio abarca producción de cemento, energía, infraestructuras, materias primas, ingeniería, concesiones, promoción inmobiliaria y asuntos relativos al medio ambiente.
Propietaria del 62% del capital
Las empresas insolventes pertenecen a Essentium Inversiones, con sede en Villaviciosa de Odón (Madrid), cabecera de todo el entramado. Los accionistas de esta holding son Susana Monje Gutiérrez, titular del 62,5%, y su hermano Diego, con el 37,5%. La presidenta de la compañía era vicepresidenta económica del Barça hasta finales de noviembre pasado. Abandonó el club deportivo por los problemas que presentaba la empresa.
Además de la matriz han caído Essentium Grupo, subholding que agrupa dos decenas de filiales en España, y otra quincena de compañías en el extranjero.
Filiales en fallida
Las subsidiarias insolventes son Assignia Infraestructuras, la única firma del grupo que ha sido declarada en concurso necesario por la presión laboral, ya que los trabajadores instaron la quiebra por los retrasos en las nóminas; Assignia Concesiones, Assignia Industrial, Acentia Activos Inmobiliarios, Acister De Servicios, Atismer De Suministros, Azarbe Obras y Servicios, Castilla De Construcciones Abs, y Construmed Plus.
También entran en fallido Constructa Solal Andalus, Hifer Construcción, Conservación y Servicios, Hispanergy Servicios Energéticos, Hispasoleo Energías Renovables, Illenca Empresa Constructora d’Obres i Serveis, Promociones Inmobiliarias Acaelum, Promociones Old Town, Hispanergy Puertollano, más tres empresas del grupo constructor Eoc.
Susana Monje en una imagen de archivo
Administrador concursal
El juzgado ha designado administrador concursal a Miguel Ángel Clemente Mármol.
Grupo Essentium hace mucho tiempo que atraviesa serios problemas financieros. De hecho, los impagos han estado a la orden del día. Ha negociado con los bancos incansablemente, a fin de lograr nuevos apoyos crematísticos y un calendario de pagos más llevadero.
En 2015, últimos datos conocidos, la cifra de negocio consolidada se mantuvo en torno de los 450 millones. Los resultados arrojaron una pérdida final de 30 millones.
Problemas laborales
Se incluyen en esta insolvencia los problemas laborales que se han vivido en el seno del grupo. La falta de liquidez del grupo propició retrasos en el devengo de nóminas desde hacía más de un año. La falta de transparencia sobre la situación económica real derivó en un conflicto con los trabajadores, que llegaron a solicitar la rescisión de contrato ante el juez para garantizarse el cobro del subsidio de desempleo.
La plantilla instó el concurso de Assignia Infraestructuras, la filial donde la tensión ha sido más alta. Pasó al resto de filiales del grupo cuando quedó claro que solicitar el concurso voluntario y reordenar la sociedad era la mejor opción para el futuro de la compañía.