Los boletos de la Lotería de Navidad han aterrizado en pleno julio en las ventanillas de las administraciones de lotería de toda España. Sin embargo, no han llegado a su destino como muchos imaginarán y su traslado ha levantado polvareda en el sector.
Los profesionales lamentan que no llegaron en camiones blindados ni bajo fuertes medidas de seguridad, sino más bien todo lo contrario. En algunos casos, según el relato de los vendedores, lo hicieron como "mandarinas", cargadas en carretillas y empujadas por un mensajero hasta su destino final.
Un transporte deficiente
Este "transporte deficiente e inseguro" ha despertado el malestar de muchos loteros, que se quejan de que deben afrontar importantes inversiones para garantizar la custodia de un producto que les llega como "las pastas que reparte el panadero".
Algunos loteros denuncian que es incomprensible que la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) "confíe todo el sorteo a una empresa de mensajería, que carga en sus vehículos una millonada de euros, sin ningún tipo de seguridad", una afirmación que reitera a este medio la plataforma de Loteros en la Lucha.
"Nosotros tenemos que pagar miles de euros en un seguro de caución y cumplir unas estrictas medidas de seguridad, como contar con cajas fuertes en las oficinas, cristales blindados o cámaras de seguridad por si pasa algo con los décimos. Mientras, ellos te mandan la lotería en una furgoneta con un único conductor", explica uno de los loteros de Barcelona que denuncia lo ocurrido.
"Un millón montado en un carrito"
"Ayer, sólo nuestro repartidor, llevaba unos cinco millones en Lotería de Navidad", lamentaba el responsable de otro de los puntos de venta de SELAE.
"¿Se imaginan un repartidor con más de un millón de euros en décimos montados en un carrito por la calle, desde su vehículo hasta la administración?, pues así llegan a muchas administraciones". Esto, como es de esperar, genera muchas dudas. Por ejemplo, ¿qué pasaría si alguien roba los boletos?.
SELAE hace un llamamiento a la calma
Los portavoces de la compañía estatal que se encarga del juego se muestran "muy preocupada" por la situación que describen los administradores. Loterías asegura no tener constancia alguna de este descontento e insiste en que no hay de qué preocuparse porque "el transporte es totalmente seguro".
Muestra de ello es que nunca ha habido que lamentar ningún robo. "En caso de que eso sucediese, el administrador no sufriría ningún tipo de perjuicio, porque la mercancía no habría sido recibida", aseguran.
"Ni se anulan ni se vuelven a imprimir
Según Loterías y Apuestas del Estado, en caso de que el transporte sufriese cualquier tipo de incidente -"que nunca ha sucedido", apostillan- la lotería no volvería a fabricarse, ni tampoco se excluirían los números sustraídos del sorteo. La red de ventas pide mayores garantías y aseguran que, en última instancia, asumirían ellos las consecuencias de un diseño logístico que aseguran que es "deficiente" al no disponer de números para vender.
En el escenario de un supuesto de un robo, el detalle de números quedaría denunciado con sus correspondientes series. Si alguno de esos décimos fuera el agraciado, nadie podría cobrar el premio. Se aplicaría el mismo protocolo que se usa ante pérdidas de boletos por parte de un particular.