Inversores suizos reabren el centenario restaurante El Convent de Barcelona

Lo explican fuentes del sector, que recuerdan que El Convent era uno de los establecimientos con encanto de la capital catalana que echó el cierre -como otros en los últimos años- en 2011. Las mismas voces han precisado que el bufet "es una impresionante estructura de 1.500 metros cuadrados protegida en pleno casco antiguo de Barcelona" que ahora volverá a operar. 

"Cambio de concepto tras 12 años"

El nuevo restaurador que lo regirá, un empresario francés, ha confirmado a este medio que "ha reabierto El Convent tras 12 años, lo que no ha sido tarea fácil", y que ahora está centrado en "la reforma, que será gradual y que en ningún caso conllevará que el restaurante siga cerrado, al contrario". 

Imagen del aspecto anterior de El Convent, abierto en 1790 Cedida

Asimismo, el emprendedor ha confirmado que cambiará el nombre comercial del establecimiento porque la referencia religiosa "es de una etapa anterior". Eso sí, aprovechará los interiores de una tasca de comida y tapas que comenzó a operar hace 233 años y forma parte de las guías de comercios históricos de Barcelona. 

Recuperación

La reactivación del restaurante-monasterio sito junto a la Iglesia de Santa Maria del Mar, dada a conocer al público no barcelonés por la obra de Ildefonso Falcones La Catedral del Mar, llega cuando otros locales emblemáticos del casco antiguo de Barcelona se han sometido a rehabilitaciones y cambios de concepto que han buscado que continúen en operación.

Uno de los más controvertidos ha sido Casa Leopoldo, una tasca de comidas abierta en 1929 que se hizo famosa por ser la favorita del escritor Manuel Vázquez Montalbán. Asimismo, otro inversor está reformando y recuperando El Gran Café de la calle Avinyó, cerrado durante la pandemia tras operar ininterrumpidamente desde 1920; y Senyor Parellada ha vuelto a la vida de la mano de Grupo Isabella's -el restaurante- y Chic&Basic -el hotel que lo acogía-. 

"Apoyo a los comercios emblemáticos"

Preguntado por la cuestión, el que fuera fundador de la Associació d'Establiments Emblemàtics, Alberto Mejías, se ha felicitado por la noticia, pero ha pedido políticas municipales que apoyen a los establecimientos históricos para evitar que éstos tengan que cerrar ante la fuerte demanda del turismo y el auge de las rentas de los locales comerciales. 

Mejías ha insistido en la necesidad de arropar a los pequeños empresarios que se aventuran a mantener o reabrir estos comercios, como con facilidades en la formación de los aprendices para asegurar el relevo generacional en el negocio. 

Perdidos

En efecto, los efectos estructurales se han unido a la coyuntura, como el alza del precio de la luz, para sentenciar algunas tiendas históricas de Barcelona. Cerró la Droguería Gomara el año pasado, con 140 años de historia, tal como explicó Metrópoli; la Pastelería Fabra (63 años) en Sant Antoni; la Casa Alié (85 años) en el Raval, o el Café Schilling, que también era centenario. Ahora es una franquicia de Taco Bell.

Imagen de Cómplices, librería LGTBI de Barcelona que cerró en 2022 CG

En el Eixample, también dejaron el distrito otros dos puntos de venta decanos: Bopan, con 30 años sirviendo pan en la Rambla de Cataluña -cerró por falta de acuerdo con el propietario- y la librería de temática LGTBI Cómplices, que bajó la persiana tras 28 años por jubilación de una de sus propietarias.