Parte del edificio de la Bolsa de Barcelona acogerá un centro para empresas del sector financiero. El edificio, ubicado en pleno paseo de Gràcia (en el número 19) cuenta con diez plantas y las cinco superiores --de la quinta a la novena-- se convertirá en hub de compañías emergentes y consolidadas que se dediquen a los servicios relacionados con las finanzas. Se desencalla así un proyecto que ya empezó a fraguarse hace al menos tres años.
El edificio es propiedad de la Generalitat, que ha anunciado la creación del nuevo centro con el objetivo de desarrollar negocios asociados a las finanzas tecnológicas, las finanzas sostenibles, el capital riesgo y otros segmentos como las plataformas de inversión, los sistemas de pagos digitales, la ciberseguridad y el big data, entre otros. Las otras cinco plantas (de la cero a la cuatro) las gestiona en régimen de usufructo la empresa Six, gestor de la bolsa suiza y propietaria de Bolsas y Mercados Españolas (BME), el operador de los mercados de valores en España.
Atracción de tecnológicas
Según ha informado este martes el Departamento de Economía en un comunicado, la consellera Natàlia Mas se ha reunido hoy martes en Zurich (Suiza) con representantes de la dirección de Six para abordar la posibilidad de atraer en Barcelona divisiones tecnológicas de la compañía.
Con este objetivo, en julio iniciará una licitación para adjudicar el espacio a un gestor que atraiga a este tipo de empresas. En total, las plantas gestionadas por la Generalitat suman 3.130 metros cuadrados y habían sido ocupadas hasta 2020 por el departamento de Economía, y desde entonces el Govern ha hecho obras para tener listo el espacio, que será ocupado por el ganador del concurso que se hará en julio.
Una alternativa a la subasta
Este proyecto, no obstante, contrasta con los planes que la Generalitat tenía para el edificio hace casi una década, cuando presionada por los objetivos de déficit se vio forzada a desprenderse de varias decenas de inmuebles públicos. En noviembre de 2014 la Generalitat, entonces con Andreu Mas-Colell al frente de la consejería de Economía, llegó a subastar el edificio para obtener ingresos, pero la subasta quedó desierta.
Y es que el edificio era atractivo, pero Bolsa de Barcelona tenía el derecho de usufructo de esas plantas hasta el año 2030, un factor que disuadió a los inversores interesados. La consellera ha defendido que el proyecto del hub financiero pretende, por una parte, "poner Barcelona en el mapa de los servicios financieros que están proliferando gracias a las nuevas tecnologías" y, en segundo lugar, que Cataluña pueda contar "con una bolsa y un mercado de capitales a la altura de su potencial económico".