El fin del reinado de José Eduardo dos Santos en Angola ha permitido al país sudafricano abrirse en materia económica. La retirada del dictador, fallecido el año pasado en Barcelona, ha abierto a la antigua colonia portuguesa una vía para mejorar sus relaciones con otros mercados como España, especialmente en Cataluña, región con la que las élites políticas y económicas angoleñas tienen un especial vínculo.
En 2018, las empresas catalanas compraron productos angoleños por valor de 882 millones de euros, lo que implica que Cataluña se hizo con el 3% de las exportaciones del país africano. Sin embargo, el volumen de comercio fue descendiendo hasta un tercio de esta cantidad en 2021, según datos de la Agencia para la Competitividad de la Empresa de la Generalitat (Acció).
Compra de petróleo
A pesar de este decrecimiento en la aportación catalana a la balanza comercial angoleña, casi la mitad (46%) de lo que este país exporta a España tiene como destino Cataluña. En su práctica totalidad, se trata de combustibles, pues la nación africana es rica en petróleo y, en menor medida, en gas.
Ahora, Angola quiere potenciar esta relación comercial. Un ejemplo de ello es el acuerdo firmado la semana pasada entre la Zona Económica Especial de Luanda-Bengo y la Zona Franca de Barcelona. Un paso que "abre la relación entre las empresas angoleñas y españolas, y sobre todo aquellas instaladas aquí en Cataluña", señala a Crónica Global el presidente de este consorcio de la capital angoleña, Manuel Francisco Pedro.
Mejores relaciones diplomáticas
"Sin duda, tenemos un potencial muy grande de exportación, empresas muy grandes que exportan y existen materias primas o productos que son de interés para España y que pueden ser exportadas por empresas angoleñas a España y viceversa", indica el responsable de la zona económica especial de Luanda-Bengo. El acuerdo representa asimismo una "apertura para las empresas españolas que quieran invertir en Angola" y "abre las puertas a España para entrar en nuevos mercados de África", subraya Pedro.
El presidente asegura que ambos países tenían una relación histórica que ahora se está desarrollando gracias al proceso de "apertura política". "En los últimos dos años, nuestro presidente visitó España y el presidente español fue a Angola y tuvimos también una visita del Rey", afirma Pedro, que destaca que España y Angola "tienen una relación política muy grande que brinda un conjunto de oportunidades a los empresarios de ambos países".
La caída de Dos Santos
José Eduardo dos Santos gobernó durante casi cuatro décadas el país africano con su régimen de orientación marxista, que se tuvo que reinventar tras la caída de la Unión Soviética. Durante esta larga presidencia, Isabel dos Santos, hija del mandatario y de la geóloga rusa Tatiana Kukanova, se convirtió en la mujer más rica de África.
Sin embargo, cuando el sucesor de Dos Santos, João Lourenço, llegó al poder en 2017, inició una campaña contra la corrupción que, junto con la publicación de los documentos del Luanda Leaks --que acusaban a la familia de saquear el país--, dio a un varapalo a la fortuna de la dinastía angoleña al quedar congelados sus activos y cuentas en gran parte del extranjero.
Según la oenegé Freedom House, que cataloga Angola como un país "no libre", la nación "ha sido gobernada por el mismo partido desde su independencia y las autoridades han reprimido sistemáticamente la disidencia política". La organización denuncia que "la corrupción, las violaciones de las garantías procesales y los abusos de las fuerzas de seguridad siguen siendo comunes" y que "los serios desafíos en gobernanza y derechos humanos persisten" a pesar de que el nuevo líder "ha dado pasos para perseguir la corrupción endémica y ha relajado las restricciones a la prensa y a la sociedad civil".