Crecimiento inorgánico. Este será el principal destino de los fondos que Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) ingresará cuando culmine la venta del 25% de su filial de servicios medioambientales al fondo canadiense CPPI. El grupo controlado por Carlos Slim saldrá de compras con muchas de las miradas puestas en el sector inmobiliario, uno de los favoritos del magnate mexicano en España, en el que ha protagonizado varias operaciones, incluida una opa sobre Metrovacesa.

FCC ha optado por repetir una fórmula que le ha sido propicia en otras ocasiones, como es abrir el capital de sus principales filiales a inversores dispuestos a adquirir participaciones minoritarias, de modo que el grupo de servicios y construcción mantenga el control sobre las divisiones.

Ventas y bonos

Lo hizo en su día con su filial de ciclo integral del agua Aqualia, de la que vendió el 49% al fondo IFM Investors, actualmente socio de referencia de Naturgy tras la opa parcial lanzada en 2021; una operación por la que FCC obtuvo algo más de 1.000 millones de euros, que resultaron claves para contribuir al desapalancamiento de la compañía y desbloquear así el reparto recurrente de dividendos entre los accionistas.

Ambas filiales mencionadas también fueron empleadas por el grupo para sendas emisiones de bonos por las que obtuvo del mercado unos 2.300 millones de euros.

Alternativas

Sin embargo, a diferencia de aquellas operaciones, claramente enfocadas al recorte y refinanciación de la deuda, la transacción anunciada a última hora del pasado jueves tiene como principal meta financiar el crecimiento de FCC a través de adquisiciones.

La venta de una participación minoritaria en esta filial, la que mayor peso tiene en los resultados del grupo, se presenta como alternativa en un contexto de intensas subidas de tipos de interés que desaconsejan una nueva emisión de bonos, precisamente ahora que están próximos a vencer aquellos emitidos hace siete años.

Sin aumentar la deuda

Por su parte, no entra tampoco en los planes de Slim volver a elevar la deuda de la compañía, después de un largo proceso de ajustes que se remonta a su entrada en el capital del grupo, de la que se cumplen nueve años.

Precisamente, el inversor mexicano, poseedor de una de las mayores fortunas del mundo, aterrizó en FCC a través de una ampliación de capital cuyo principal objetivo era reducir un abultado endeudamiento que amenazaba con asfixiar financieramente a la compañía y también a la que por entonces era su accionista mayoritaria, Esther Koplowitz.

El empresario mexicano Carlos Slim controla FCC / EP

En este caso, el preciado botín tendrá un fin radicalmente diferente aunque, en principio, no hay un objetivo definido hoy por hoy. A la espera de obtener las oportunas y habituales autorizaciones, el grupo analizará las opciones que baraja para las diferentes áreas de negocio y las oportunidades que se han analizado en cada una.

Un año después de la opa sobre Metrovacesa, en el mercado no ha desaparecido la sensación de que el grupo liderado por Slim volverá a la carga para tratar de confeccionar un gran grupo inmobiliario, junto a los negocios de la empresa en el sector.

El mayor aportador

En aquel primer intento no tuvo el apoyo de los dos grandes accionistas de Metrovacesa, Santander y BBVA, y sólo adquirió un 15% adicional para redondear su participación en el 20% actual.

Para conseguir ingresos extra, FCC no ha dudado en recurrir a la división que más aporta a la cuenta de resultados, con algo más de un 45% en términos de beneficio de explotación (Ebitda) y de un 47% en ingresos. La operación valora el 100% de FCC Medio Ambiente en unos 3.860 millones de euros, equivalente a 6,5 veces el resultado operativo.

Perfil apropiado

La compañía cuenta con una amplia presencia en España, especialmente a través de contratos con las Administraciones públicas, y también está presente en EEUU, Portugal y Reino Unido.

Se trata de un activo que entra en el perfil de la cartera de un inversor como CPPI, que se ocupa de la gestión del fondo de pensiones público canadiense, con más de 21 millones de contribuyentes y activos valorados en cerca de 400.000 millones de euros al cambio.

Dos grandes inversiones en España

Este tipo de vehículos apuesta por inversiones con riesgo muy limitado, compañías con marcos regulatorios estables y contratos a largo o muy largo plazo que les garantizan ingresos recurrentes y una notable predictibilidad.

En este perfil se enmarcan sus otras dos grandes inversiones en España: Nedgia, la filial de distribución de gas de Naturgy, en la que mantiene un 10% (tras vender a Allianz Capital la mitad de la participación que adquirió en un primer momento) y, en menor medida, Cellnex, con una participación que supera levemente el 5%.

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