El presidente de Caixabank saca pecho de la banca tradicional ante el Círculo de Economía. En una mesa redonda sobre el sector financiero, José Ignacio Goirigolzarri ha defendido que "en Europa y España a la hora de confiar la privacidad de los datos, la institución en que confían más los ciudadanos son los hospitales y luego los bancos". Este intangible se suma a la enorme bolsa de clientes de las entidades.
Se trata de activos de los que carecen las startups financieras o fintechs y las grandes tecnológicas que ofrecen productos similares a la banca. Por eso, Goirigolzarri ha lamentado que los bancos actúen "a la defensiva". "La digitalización nos ha enseñado que las fronteras entre sectores se hacen cada vez más grises. Un sector con una gran base de clientela no tiene por qué estar limitado a los productos financieros tradicionales", ha reivindicado.
Completar la unión bancaria
Sobre las diferencias de cotización entre los grupos estadounidenses y los europeos, el presidente de Caixabank ha señalado como razones los tipos de interés negativos que había en Europa, que los inversores ven la legislación europea "más compleja y menos reglada" y la fragmentación del mercado financiero en Europa.
Dado que es complicado "aspirar a regulación global y común", Goirigolzarri ha puesto el foco en la arquitectura comunitaria de la banca. En este sentido, se ha sumado a la petición que reiteró la Autoridad Bancaria Europea el pasado marzo para completar la unión financiera en Europa con un fondo común de garantía de depósitos. De lo contrario, "no está claro" quién es el prestamista de última instancia para aportar liquidez a una entidad solvente que entra en turbulencias.
Agilizar la regulación
En el coloquio también ha participado el presidente del Financial Stability Institute (FSI), Fernando Restoy, quien ha cargado contra una regulación que "no se mueve con suficiente agilidad". Si bien ha destacado positivamente que en el Viejo Continente se sigan los estándares internacionales de Basilea.
Por su parte, el presidente de Standard Chartered, José Viñals, ha analizado que la empresas con participación global tienen "una posición delicada porque tienen que navegar en la incertidumbre" desencadenada por las tensiones geopolíticas.