La OTAN ha pide ayuda a China para acabar con la guerra de Ucrania. La alianza atlántica ha abierto la puerta este lunes desde Barcelona a que Pequín forme parte de un acuerdo de paz, aunque ha recordado que el régimen chino todavía no ha condenado la invasión militar rusa.
En su intervención en el foro geopolítico de la reunión anual del Cercle d'Economia, Carmen Romero, vicesecretaria general adjunta de Diplomacia Pública de la OTAN, ha tratado de mantener una actitud conciliadora con China, aunque manifestando las posiciones alejadas en cuanto a la resolución del conflicto. A pesar de ello, considera que Pequín debe ser tomado en cuenta en el tablero político internacional.
Entender a China
"Estamos intentando entender mejor a China", ha asegurado Romero, que ha advertido que "no sabemos cuánto tardará China en convertirse en primera potencia mundial". También ha recordado que "la mayoría de conflictos armados han acabado en la mesa de negociación".
"Todo lo que pueda hacer China para ayudarnos a llegar a una resolución del conflucto, a una paz justa para Ucrania será bienvenido", ha afirmado la representante de la alianza militar. Ha recordado que "es un país muy influyente", aunque ha recordado que "los intereses de China y Rusia confluyen en cierto sentido" y que Pequín "no ha condenado" la invasión.
Armas y diplomacia
"Es importante que China escuche la perspectiva de Ucrania directamente", ha señalado Romero. Asimismo, se ha mostrado partidaria de que Ucrania recupere el máximo posible de territorio en el campo de batalla para tener fuerza de negociación y se ha mostrado partidaria de que Kiev recupere Crimea, aunque ha defendido que son los ucranianos quienes tienen el "derecho a decidir" su futuro.
Por su parte, Yu Jie, investigadora senior de Chatham House, ha alertado de que "un mundo dividido tendrá un efecto en las empresas", por lo que ha defendido encontrar un encaje para China en la economía global. Ha apostado por construir un espacio de confianza entre Asia y Occidente para resolver conflictos y ha vaticinado que China "estará cada vez más interesada en protegerse de choques externos como la guerra de Ucrania o cualquier otro factor externo imprevisto".