El cocinero Carles Gaig se ha desvinculado de su proyecto gastronómico en el hotel Torre del Remei de Bolvir, en La Cerdanya, la zona vacacional más pija del Pirineo catalán. El chef zanja así una iniciativa que lanzó después de dejar su restaurante en el Eixample de Barcelona. 

Así lo explican fuentes del sector hotelero. Detallan que los nuevos operadores de Torre del Remei, el grupo Serras Hoteles de la familia del empresario Jordi Serra, ha prescindido de Gaig poco después de tomar las riendas del establecimiento de cinco estrellas.

Silencio de la cadena

Preguntado a Serra Hotels sobre el motivo del cambio de cocinero-franquicia, la firma ha declinado hablar del relevo en los fogones de la finca histórica de Bolvir. Desde el alojamiento, se han limitado a confirmar que Eugeni de Diego pilota ahora la oferta gastronómica. 

El restaurante del hotel Torre del Remei Cedida

La apuesta actual del hotel-niege La Cerdaña es una nueva aventura empresarial del ex jefe de cocina de elBulli, que también opera Lombo, Colmado Wilmot, Tamae y la consultora gastronómica Ático Estudio, todos ellos en Barcelona. Torre del Remei es, pues, la primera pica plantada fuera de la capital catalana. 

"Pactado"

Fuentes cercanas al lance indican que Gaig se desvinculó "voluntariamente" del hotel por motivos de edad. Aseguran que la relación del chef con la familia Serra es "excelente", y que las dos partes buscaban continuar. 

Eso sí, circunstancias ajenas a las dos partes complicaron el proyecto y recomendaron que el cocinero se desvinculara del proyecto gastronómico. 

Tropiezos de Carles Gaig

Sea como fuere, el laurado maestro de los fogones, Premio Nacional de Gastronomía en 1999, se descuelga del proyecto que cogió el testigo de Restaurant Gaig en la calle Córcega de Barcelona. 

El negocio era, a su vez, heredero de Gaig y Fonda Gaig, que se fusionaron en 2013 en el local propiedad de Josep Maria González Simó, también dueño de ÁBaC, el hotel y restaurante tres estrellas Michelín ubicado en el barrio de la Bonanova de la capital catalana y gestionado por el mediático chef Jordi Cruz.

González Simó puso el punto y final de su aventura con Gaig en 2019. También desde el sector se habló de forma abierta que la deficiente gestión del explotador había desencadenado el cierre del local. La clausura, que de forma pública se presentó como un traslado, siguió a los cierres de Porta Gaig, situado en la Terminal 1 del Aeropuerto de Barcelona-El Prat; el pinchazo del llamado gourmet bus, un proyecto para degustar platos de él a bordo de un autobús; y la pérdida de la estrella Michelin que retuvo durante 27 años en su local insignia. 

"Incapaz de consolidarse"

Esta cadena de reveses ponen en alerta al sector hotelero de la "incapacidad de consolidarse" de Gaig. Sostienen que el chef es una estrella de los fogones pero que tiene problemas en el plano empresarial. Los mismos interlocutores alertan de la "incapacidad de transfomar esas dotes [de cocinero] a un negocio solvente". De hecho, él mismo admitió en agosto de 2022 en un encuentro con los medios que la iniciativa gastronómica de Torre del Remei "no terminaba de funcionar". 

Carles Gaig, en una imagen de archivo Cedida

En aquel momento, el alojamiento boutique estaba operado por la cadena catalana Mercer. Finalmente, el palacete rural de 24 habitaciones ha cambiado de explotadora y ha pasado a Serras Hotels, que no ha tenido reparo en prescindir del barcelonés. 

Gaig continúa en Restaurant Gaig (Les Corts), Petit Comitè (Pasaje de la Concepción) y GaigSingapur, en la ciudad-estado asiática. 

Serras, "a todo tren"

Otra marca que marcha "a todo tren" es Serras Hotels, la hotelera que ha crecido desde la semilla plantada desde el hotel de cinco estrellas The Serras situado en el paseo Joan de Borbó de la capital catalana. Ahora, el alojamiento ha mutado en cadena, y se prevén cinco aperturas en los próximos años, incluida la propia Torre del Remei de Bolvir. 

Junior suite del hotel The Serras, en Barcelona Cedida

Las fuentes consultadas destacan el "éxito" del modelo Serras, con un lujo minimalista muy cuidado y tarifas que rebasan cómodamente los 300 euros, y que lograron el reconocimiento de mejor hotel de lujo y mejor hotel de lujo urbano en los Beyond Luxury Awards de 2022. Esta senda la dirige el hotelier italiano Antonio Bignone, consejero delegado, que ha sabido levantar un pequeño imperio en torno a un concepto en el que, por ahora, no cabe Carles Gaig

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