El director de La Vanguardia, Jordi Juan, y el editor de Crónica Global, Xavier Salvador, se han posicionado en contra de las subvenciones públicas a los medios de comunicación. Lo han compartido en un diálogo durante la primera jornada del foro Desperta BCN!, organizado por Crónica Global, Metrópoli Abierta y El Español, y titulado Los medios barceloneses, ¿del 'fair play' y la innovación al adocenamiento?. “Nos ponen la etiqueta de periódico subvencionado por ser líderes en prensa y radio. Ojalá mañana se eliminen todas las ayudas públicas a la prensa”, ha sentenciado el responsable del periódico del Grupo Godó.
En esta línea, Juan ha reconocido que no le gusta el sistema de ayudas de la Generalitat y el Gobierno central y ha indicado que, aunque no ve mal que se apoye a los medios en momentos de complejidad como el actual (marcado por las fake news y tendencias como el auge de la inteligencia artificial), cree que este apoyo debería alejarse de la arbitrariedad y estar siempre basado en criterios de audiencia y no de línea editorial.
Salvador: "Una anomalía a la libre competencia"
Por su parte, Salvador ha hecho hincapié en que el grupo editor de Crónica Global "ha tenido por norma desde su fundación no solicitar subvenciones" porque "es una anomalía contra la libre competencia", a lo que Juan ha bromeado que tampoco le hubieran concedido muchas dada la arbitrariedad con la que se otorgan. "Nos debemos a nuestros lectores y anunciantes", ha manifestado el consejero delegado de Grupo de Medios Global, quien también ha añadido que en esta materia se han vivido "situaciones kafkianas" como el hecho de que el Ayuntamiento de Barcelona ofrezca impresiones publicitarias a medios como Crític o Público por razones de "proximidad ideológica". El periodista también ha señalado al fundador de El Nacional, José Antich, como "el gran beneficiario" de las subvenciones a los medios de comunicación catalanes.
Del mismo modo, el director de La Vanguardia ha criticado el "chorro de dinero" del Govern a TV3, un hecho "imparable", en sus palabras, y con "tendencia" a incrementarse. "Evidentemente, no puedo estar de acuerdo ni como director de La Vanguardia ni como ciudadano que paga sus impuestos", ha concluido en este punto.
"No somos cortesanos entregados al poder"
Durante el coloquio, los dos periodistas han reflexionado también sobre la evolución del ecosistema de la comunicación en la capital catalana desde los años 80 y 90 hasta la actualidad, y han puesto sobre la mesa cambios como la irrupción de los diarios digitales, que ha supuesto "un cambio en la distribución de los lectores en Cataluña".
Pero también han comparado la situación de los medios de Barcelona con la de Madrid. Describen esta última como mucho más "atrincherada" y con unas posiciones de distanciamiento y agresividad mucho más marcadas. Juan ha señalado que ese escenario "no existe" en Cataluña, aunque reconoce que "ha cambiado un poco con el procés".
Además, se han referido al famoso concepto de "oasis catalán" en relación a la poca cobertura en la comunidad autónoma de los negocios de la familia Pujol en el pasado y Juan ha declarado que "prefiere ser un oasis que un lodazal". "En Madrid se han publicado muchísimas informaciones inventadas y falsificadas por las que algunos medios todavía no han pedido perdón. No compro lo de que allí sean ejemplo de periodismo de calidad e independiente y que en Barcelona seamos cortesanos entregados al poder", ha reiterado.
Editorial único
En este aspecto, Juan y Salvador han expresado que en Madrid "sería imposible" que una serie de medios de comunicación se unieran para publicar un editorial único, algo que "no genera incomodidad o desasosiego" al director de La Vanguardia y que considera "un ejercicio de transparencia".
Salvador ha presentado como ejemplo modélico de lo que no debe ocurrir la pieza titulada La dignitat de Catalunya, inspirada por Enric Juliana y Juan José López Burniol en 2009 y que se publicó en los 12 periódicos con sede en la autonomía. El editorial giraba en torno a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Autonomía de Cataluña de 2006. El editor de Crónica Global ha puesto en duda que la mencionada publicación unánime hubiera sido posible sin una gran dependencia de la Administración autonómica por parte de los medios.