Una amplia mayoría de acreedores de la sociedad que rige el hotel Juan Carlos I de Barcelona han avalado la propuesta de convenio. Hasta 360 tenedores de deuda del resort urbano, con el 73% de las obligaciones, han validado la propuesta de acuerdo, y un total de 11 se han opuesto, en el marco de la insolvencia que se sigue en el juzgado de lo mercantil número 11. Los contrarios se están agrupando en asociación de afectados para presentar escritos de oposición para alertar de que hay un "pacto verbal", creen, para prorrogar la concesión del alojamiento, lo que "dispararía el valor del activo".
Por partes, Barcelona Project's, dueña del cinco estrellas gran lujo --el único que queda cerrado en la capital catalana tras la fase dura del Covid--, ha conseguido el apoyo del 73% de la masa pasiva. Son 360 acreedores en total. Otros 11 han manifestado su oposición, representando cerca del 15% de las obligaciones. El resto no han verbalizado su opinión. Con ello, se ha quemado otra etapa del concurso de acreedores, que se acerca a su fin. Concluirá cuando el juez resuelva los escritos de oposición y promulgue el resultado.
"Concurso encauzado"
Tras ese dictamen, desde la empresa se entiende que el concurso está "encauzado". Se ha aceptado un descuento del 95% de las deudas, como avanzó este medio, pero también un sistema de conversión de préstamos en acciones como compensación, destacan voces conocedoras. Hasta un total de 14 acreedores se habrían acogido a esta modalidad, pidiendo cambiar su parte de las deudas por títulos de la empresa.
De hecho, desde el entorno de la propiedad se destaca que incluso los accionistas que ejerzan su oposición al convenio podrán también acogerse a esta modalidad. "La reestructuración era compleja, la propiedad se encontró con 214 millones de euros de deuda, pero está casi finalizada", subrayan.
Los opositores alertarán de "fraude"
Algunos acreedores tienen una opinión muy distinta. Alertan de que el concurso del Juan Carlos I "no está concluido", y que pueden oponerse a un convenio que, fundamentalmente, pacta una quita del 95% o una conversión en acciones de parte de la deuda. Asimismo, y como detalló Crónica Global, afean que el dueño, el fondo de inversión Tyrus Capital, dejara fondos a Barcelona Project's a tipo "doloso" y ahora busque quedarse con la compañía tras una dura reestructuración.
Algunos de ellos han avanzado que "se están organizando" para constituirse en "asociación de afectados". Por lo pronto, se opondrán a la propuesta de convenio que han elaborado el abogado Pablo Usandizaga con el prestigioso bufete Cuatrecasas. Uno de los argumentos nucleares que utilizarán es que hay "reuniones" o "contactos" entre representantes de Tyrus y el sexto teniente de alcalde de Barcelona, Jordi Martí. Estas sesiones de trabajo tienen como objetivo, advierten, "alargar la concesión del hotel, que vence en 2039". Si se prorroga ese permiso, "el hotel pasará a valer hasta 150 millones de euros más".
¿Qué pasó en las reuniones?
Así las cosas, lo que resta de insolvencia del Juan Carlos I depende en buena medida de lo que pasó en las reuniones entre los letrados del fondo Tyrus Capital y el Ayuntamiento de Barcelona. ¿De qué se habló en las mismas? Hubo acuerdo verbal para prorrogar la concesión más allá de 2039? Desde el entorno de la empresa se insiste en que "fueron meros contactos institucionales". Nada de pactos, y menos con unas elecciones municipales próximas que servirán para elegir a un nuevo gobierno local. Fueron, pues, contactos informativos, sostienen.
¿Qué dice el Ejecutivo local? Una portavoz ha señalado a Crónica Global que "no hay intención ni posibilidad jurídica de ampliar la concesión". La misma fuente ha insistido en que la propiedad se ha comprometido a "reabrir en breve". En cualquier caso, insisten desde el bipartito comunes-PSC, "al término de la concesión se podría valorar hacer un nuevo concurso para una nueva adjudicación".
Los críticos ven "pacto"
La segunda versión, la de los acreedores soliviantados por el convenio, asegura que "existe un pacto verbal" entre fondo y ayuntamiento para una nueva concesión más allá de 2039 para dar tiempo a amortizar las nuevas inversiones. Ello supondrá que el activo aumente de valor, por lo que el convenio actual "queda desfasado". Con esta base, llaman a aguantar el concurso y, mientras, explotar el hotel hasta después de las municipales.
"Ha habido tres reuniones entre la representación de la propiedad y el sexto teniente de alcalde, Jordi Martí. En otros encuentros participó Francisco Javier Poza, director de Patrimonio. ¿Para qué hubo reuniones si no fue para pactar una prórroga de forma verbal?", avanzan. Con esta tesis, y apelando al artículo 383.6 de la ley concursal, que prevé la oposición por aumento de valor del activo, se opondrán al pacto.
El hotel reabrirá y Meliá gestionará
Esta es la batalla por la propiedad del hotel. Mientras, sus dueños acometen obras y desafectan a trabajadores del ERTE para reabrir el alojamiento de cara a este mismo verano --el Palacio de Congresos-- y la temporada de otoño --el resto del complejo--, cuando se celebran importantes ferias en la Ciudad Condal. Lo harán bajo la marca de Meliá, que ha rebautizado el resort urbano como Miranda de Pedralbes.
Con ello, los 430 trabajadores, cerca de 330 porque un centenar han buscado otros empleos tras tres años de atonía, llegarán al fin de un auténtico calvario. Y la capital catalana recuperará uno de los establecimientos más icónicos. No en vano, desde el sector turístico se insiste a menudo en dos componentes que faltan en la urbe: hoteles de lujo e industria MICE, por reuniones, incentivos, conferencias y ferias. El Juan Carlos I reúne ambos elementos, con 430 habitaciones, una treintena de ellas suites, y el espacio congresual para 8.000 personas, por lo que se estima que su aportación a la economía local es muy relevante.