Los comercios de la ciudad de Barcelona no podrán abrir el domingo 23 de abril, día de la festividad de Sant Jordi. Así lo ha desvelado la concejal de Comercio, Mercados, Consumo, Régimen Interior y Hacienda del ayuntamiento de la ciudad, Montserrat Ballarín, tras haberlo consultado con la Generalitat de Cataluña, que es la que tiene las competencias en la materia.

Ballarín ha explicado en la comisión de Economía y Hacienda de este miércoles que, tras recibir una petición de la asociación Barcelona Oberta, consultaron al Govern catalán sobre la posibilidad de que los comercios abrieran ese día, al caer en domingo este año.

Respuesta "negativa" del Govern

La respuesta del Ejecutivo catalán, sin embargo, ha sido "negativa", puesto que la ley de comercio de la Generalitat sólo prevé que abran de forma excepcional las pastelerías y puestos de repostería y los establecimientos que vendan libros los días 22 y 23 de abril en festivo y con motivo de Sant Jordi.

Según la edil, la normativa catalana establece que se puede abrir diez domingos y festivos al año, ocho de los cuales los marca la Generalitat y los otros dos el Ayuntamiento de Barcelona, y que en ninguno de los casos se decidió, en el espacio de consenso con comerciantes, abrir este Sant Jordi.

Ante este escenario, "sólo podría hacerse de forma excepcional por parte de la Generalitat", que ya ha rechazado la propuesta, y ha puntualizado que este Sant Jordi, como cualquier otro domingo, podrán abrir los comercios de más de 300 metros cuadrados.