La fiebre inmobiliaria en el 22@ ha tocado techo. La construcción masiva de oficinas en el distrito tecnológico de Barcelona ha inyectado en el mercado un gran número de metros cuadrados en los últimos meses, una tendencia que se mantendrá en el corto plazo.
Durante los últimos años, esta zona ha concentrado más del 60% de la inversión en oficinas de la ciudad. El gran interés de tecnológicas y multinacionales por ubicarse en este polo de negocios ha disparado la ocupación, por lo que promover edificios de alta calidad en el distrito se convirtió en una inversión segura.
Caída de la demanda
El 22@ se mantiene como una zona muy dinámica, pero distintas fuentes inmobiliarias prevén que la llegada de grandes espacios al mercado ponga freno a la tendencia ascendente que registraban los precios. Hay otro motivo más allá de la sobreoferta: el ajuste de la demanda.
En 2023, la demanda de oficinas en el conjunto de Barcelona caerá un 10% y la tasa de disponibilidad o de espacios vacíos repuntará por encima del 13%, según previsiones de la consultora CBRE. Y el 22@ se puede ver afectado por la ola de despidos de las tecnológicas.
Crisis de tecnológicas
La subcontrata de Facebook en Barcelona, ubicada en la antigua Torre Agbar, prepara un ERTE de un año para 680 trabajadores. Y Twitter ha despedido a casi toda su plantilla española, una decisión que no afecta a la capital catalana, pero que es indicativa de la situación que vive el sector.
El distrito tecnológico aún es el destino favorito del sector, pero tiene competidores como Sant Cugat o el Baix Llobregat, donde se encuentran las sedes de compañías como IBM o Indra, que se trasladó del 22@ a Sant Joan Despí. En cualquier caso, el ecosistema empresarial del centro de negocios barcelonés sigue en expansión, con nuevas sedes, coworkings, residencias y escuelas.
Oportunidades
Destaca especialmente la contratación de nuevos metros cuadrados en espacios de coworking y oficinas flexibles en Barcelona, que copa un 70% de la contratación de toda España frente al 30% de Madrid. "El 22@ nos brinda oportunidades de crecimiento, hemos visitado algunas promociones y tenemos nuevos proyectos", señala Philippe Jimenez, director de IWG en España.
El directivo no se muestra preocupado por la posible sobreoferta en la zona: "Desde que existimos, en 1989, hasta ahora, hemos pasado por peores crisis: el Covid, la burbuja de internet, la inmobiliaria... y en todas estas crisis hemos crecido", asegura. Cree que, si bajan los precios, su firma encontrará "oportuniades" rentables a largo plazo, ya que podrá firmar "alquileres más fáciles" y acceder a "edificios mejor ubicados".
David Vega, consejero delegado de Lexington, otra firma de espacios flexibles, cree que la demanda de este segmento "ha crecido en los últimos años en Barcelona por encima de Madrid". "El crecimiento de Barcelona no vino tanto por la demanda, que sí que había, sino por la oferta, porque el puso en el mercado muchos edificios de primer nivel de obra nueva con certificaciones energéticas que han hecho que haya una concentración muy alta de flex en esa zona", subraya.