Poco después de mediados de febrero de 2020, los mercados bursátiles de todo el mundo se vieron afectados por la mayor sacudida que habían padecido en ocho décadas, desde el tristemente célebre crack de 1929. Casi cuatro semanas de vertiginosos descensos, decenas de billones de euros de pérdidas a causa de la invasión del coronavirus. Tres años después, las secuelas del Covid-19 siguen muy presentes en la bolsa española y en el Ibex 35, su indicador de referencia, la mitad de cuyos componentes aun no se han recuperado del impacto.
Algo que también sucede con el propio índice. A día de hoy, es el único de los grandes de Europa y uno de los pocos entre los principales del mundo que todavía no ha sido capaz de recuperar las cotas en las que se movía antes de que el pánico por los efectos de la pandemia comenzara a apoderarse de los inversores.
A la cola de los índices
No en vano, el Ibex 35 cotiza a cierre de esta semana un 7,4% por debajo de los casi 10.100 puntos que registraba previamente al desplome bursátil mundial de febrero de 2020. En el plano de los grandes índices internacionales, el Bovespa de la Bolsa de Sao Paulo se deja algo más de un 6% en este periodo.
Con pérdidas sensiblemente más voluminosas se sitúan el Hang Seng de Hong Kong (-25%) y el RTSI de la Bolsa de Moscú (-40,3%). Estos dos últimos se encuentran muy tocados por las tensiones geopolíticas, con una guerra incluida en el caso del último, de cuyo inicio se cumplirá un año la próxima semana.
En las entrañas del selectivo destaca en el plano negativo el comportamiento de valores de elevada capitalización que no se han mostrado especialmente resilientes ante la pandemia, no tanto a la hora de recibir el primer impacto sino cuando ha llegado el momento de recuperar el vuelo.
Sin duda, uno de los más llamativos ha sido Telefónica, que tres años después cotiza con una capitalización un tercio inferior a la que tenía antes de la debacle generada por la expansión del coronavirus. El mercado ya se ha habituado a ver al otrora líder indiscutible del Ibex 35 fuera de los diez primeros lugares del índice por valor de mercado, situado desde hace tiempo en torno a los 20.000 millones de euros.
Pese a los fundamentales
Telefónica ha sido capaz de reducir la deuda a sus cotas más bajas en 15 años y ha recuperado los resultados previos a la pandemia. Sin embargo, se ve arrastrada por las incertidumbres en torno al futuro del sector y la situación de las ‘telecos’ en Europa, atomizadas en exceso y sin margen para crecer al estilo de sus comparables en EEUU.
Entre los valores de gran capitalización, Endesa es uno de los que sigue más impactados por la crisis del virus, con retrocesos superiores al 27%, seguido de la central de reservas Amadeus, que se deja algo más de un 22%.
Los títulos relacionados con el sector del turismo, sin duda el más golpeado por la pandemia y el que más tardará en recuperar sus fundamentales, han mejorado sustancialmente durante el último año, en el que han empezado a reflejar cifras de negocio próximas a las que registraban antes de la crisis sanitaria. Aun así, no pueden evitar figurar entre los más penalizados.
De hecho, el valor con mayor deterioro en su capitalización desde entonces es IAG, que cotiza un 63% por debajo de sus precios preCovid. Meliá se deja casi un 18% mientras que Aena muestra recortes del 17,1%.
Retrocesos notables
Completa el panorama de las mayores víctimas de la pandemia Grifols, el segundo título más depreciado en estos tres años, con un retroceso superior al 58%; la emergencia del Covid-19 provocó una crisis en sus inventarios de plasma, que se vio agravada además por tensiones financieras provocadas por un elevado endeudamiento al que contribuyó la compra de la alemana Biotest.
De los 17 valores del índice que aun no han recuperado sus precios prepandemia, doce registran descensos superiores al 15%.
El éxito de las renovables
La otra cara de la moneda ha sido para valores relacionados con el sector de las renovables, impulsados por el hecho de que escenarios como la crisis sanitaria y la posterior guerra en Ucrania han puesto en valor el papel de las energías limpias, tanto en la lucha contra el cambio climático como en un crecimiento económico financieramente más sostenible.
Los principales exponentes han sido Solaria, con una revalorización del 79% en este periodo, y Acciona, que ha avanzado un 58,5%. No obstante, a la cabeza se sitúa Arcelor, beneficiada por los elevados precios de los metales en el mercado, que se ha disparado un 82%.
La banca, gracias a los tipos
En segundo plano se sitúa la banca, aunque en este caso su comportamiento positivo en este periodo ha llegado de la mano de una subida de los tipos de interés más intensa de lo previsto, como consecuencia de las tensiones inflacionistas.
Entre los diez títulos del Ibex más revalorizados desde el estallido de la pandemia en los mercados, cuatro se corresponden con bancos, con Bankinter (+51,4%) y Caixabank (+49,5%) a la cabeza. Por su parte, Banco Sabadell ha elevado su capitalización algo más de un 36 y BBVA, cerca de un 35%. Santander ha sido el único que todavía cotiza por debajo de los precios preCovid, con un moderado descensos del 5,3%.
Wall Street, a la cabeza
Respecto a los índices internacionales, las mayores revalorizaciones se corresponden con los referentes de Wall Street, pese a que 2022 fue su peor ejercicio en los últimos 14 años debido a los descensos de los valores tecnológicos, convertidos desde hace unos años en los de mayor capitalización.
Pese a este factor, tanto el S&P 500 como el Nasdaq muestran avances por encima del 20%, comportamiento similar al de las bolsas de París y Amsterdam. El Dow Jones muestra avances del 15%. Por su parte, Tokio ha recuperado un 17,5% y Francfort, algo más de un 12%.