Cambios en el consorcio que rige el Hospital de Igualada con cierto sabor de boca político. El Ayuntamiento de Igualada, que preside Marc Castells (PDeCAT) ha recuperado ascendencia en el grupo sanitario a costa del Consorci de Salut i Social de Catalunya (CSC), la patronal sanitaria más próxima al PSC.
Lo explican fuentes del sector citando el anuncio ayer de la Consejería de Salud de que se acometía una "transformación" en el Consorci Sanitari de l'Anoia (CSA). Según el Departamento, el proceso de cambio culmina con el nombramiento de Enric Mangas como presidente del Consejo Rector y el cese del hasta ahora máximo directivo, Javier Niño, y del también gerente, Ferran García.
Cambios
Desde el Departamento que comanda Manel Balcells (ERC) destacaron que la transformación citada persigue "afrontar las nuevas necesidades del sistema sanitario".
Los cambios se aprobarán en el consejo rector del CSA del próximo lunes, que se convoca de forma extraordinaria. En este cónclave se nombrará a un nuevo gerente.
Gana PDeCAT; pierde la patronal más socialista
Desde el sector sanitario tienen una interpretación de los cambios. Subrayan que el CSA solía estar regido por un pacto no escrito por el cual el CSC nombraba al gerente y administraba de facto la empresa. Los cambios en el ente que rigen el Hospital de Igualada sugieren que "ese acuerdo se ha roto".
Si es así, el Ayuntamiento de Igualada "recupera protagonismo" en la empresa sanitaria. La corporación la preside Marc Castells, del PDeCAT y ahora más próximo a Junts, sobre todo después de confirmarse que se presentará a la reelección bajo la marca Junts per Igualada.
Uno de los hospitales de la pandemia
Sea como fuere, Mangas, que hasta ahora dirigía el Hospital Sant Joan de Déu --desde 2009-- y preside la patronal Unió Catalana d'Hospitals (UCH), vuelve a un centro sanitario que ya dirigió en el pasado.
Cabe recordar que el CSA es el paraguas bajo el que pende del Hospital de Igualada, uno de los más golpeados por la pandemia, por cuanto una cascada de contagios en la primera ola del coonavirus obligó a cerrar la comarca de la Anoia y el complejo asistencial se tensionó.